Las luces del octágono lo iluminan como la estrella de UFC que es, ‘The Notorius’, Conor McGregor es la gran figura de las artes marciales mixtas.
Sin embargo, para llegar a ese punto, existieron noches de dolor, duda y dificultades económicas.
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Cuando era pequeño, McGregor sufrió de bullying, era más pequeño y débil que sus compañeros.
Amaba como buen niño irlandés el fútbol y soñaba en algún día convertirse en jugador del Manchester United.
A los 16 años, cansado de los abusivos, se inició en las artes marciales para poder defenderse.
Sus cualidades con la pelota en los pies no eran malas, tenía velocidad y le pegaba fuerte al esférico.
Incluso militó en el Yellowstone, equipo de la tercera división de Irlanda que hoy lleva el nombre de Stanaway Celtic.
Su entonces entrenador de fútbol era David Glennon y lo consideraba el mejor del equipo.
El futbol en esas categorías no daba lo suficiente para comer, por lo que aprendió el oficio de plomería.
McGregor tuvo que elegir entre el fútbol, las artes marciales mixtas o el oficio como plomero
La decisión llegó una noche en Dublín cuando McGregor presenció un combate profesional de MMA.
Dejó la pelota y las herramientas y se dedicó de lleno a trabajar para ser el mejor en el octágono.
El dinero no alcanzaba para alcanzar el sueño y recurrió a la asistencia gubernamental para sobrevivir a cambio de 188 euros por semana.
Su hermana se convirtió en su nutrióloga y su novia en su asistente financiera, hasta la fecha siguen trabajando con él.
Desde su debut en la UFC el 6 de abril de 2013, ‘The Notorius’, ha ganado nueve combates a cambio de una sola derrota y ha sumado a su bolsillo 14 millones de dólares.
En caso de cerrar el combate con ‘Money’ Mayweather en el boxeo, podría duplicar o hasta triplicar su salario.
FUENTE: UNIVISIÓN
