Conoce a la «Wanda Nara del ascenso» que representa a más de 35 futbolistas

Argentina.- El fútbol, especialmente el argentino, es machista por naturaleza. Sin embargo, desde hace un tiempo a esta parte se viven tiempos de cambios en el que las mujeres han comenzado a ganar terreno en el mundo de la pelota.

Banfield anunció que su próxima mandataria será Lucía Barbuto, mientras que en el mundo de la representación sobresalen los nombres de Wanda Nara (Mauro Icardi), Dinorah Santa Ana (Dani Alves), Natalia Simeone (Diego Simeone) o Carolina Molinari (Mariano Pavone).

Ellas, pioneras, le abrieron camino a otras las nuevas generaciones y entre ellas sobresale el nombre de Celeste Muñoz, una sanjuanina de 27 años que cuenta dentro de su cartera de clientes con 35 futbolistas que se desempeñan en el Nacional B, el torneo Federal, la B Metropolitana y el exterior (Bolivia y el ascenso de España e Italia, por ejemplo).

Su vínculo y pasión con este deporte nació gracias a su padre, Miguel, quien se desempeñó como futbolista en Peñaflor y Sportivo Desamparados en la década del 60. Pero su incursión dentro de los negocios del fútbol fue, literalmente, por amor.

«Hace unos años me puse de novia con un jugador, que era de otra provincia. Quise traerlo a jugar cerca mío y así fue como comencé a llamar y buscar gente. Así conocí a una persona que luego terminó siendo mi amigo, Walter Cachi Almeyda. Gracias a él aprendí este trabajo», comenzó su relato.

Sus inicios en un mundo de hombres

Empezó así a recorrer el terreno de la representación de futbolistas, a perfeccionarse y su red de contactos comenzó a crecer: inició un vínculo con una agencia con base en Buenos Aires como referente del interior. Sin embargo todo se aceleró hace aproximadamente 9 meses. «Cachi falleció de una enfermedad terminal y sus jugadores me buscaron para que yo maneje sus carreras».

«Fue una mezcla de sensaciones que todos se contactaran conmigo en esa triste semana. Él le dijo a todos que si había alguien en quien tenían que confiar en el fútbol era en mí. Al principio sentí que quizá no cumpliría con las expectativas, pero no podía fallarle», comentó la joven que estudia el profesorado de maestra primaria y es madre de Allegra.

Llegar hasta donde llegó, cuenta, no fue nada sencillo. «Es difícil para una mujer ingresar a este mundo machista, pero creo que tengo argumentos, puedo sobrellevar cualquier situación», aseguró Muñoz.

Pero todo no es felicidad. Pese al espacio que se ganó, aún debe lidiar con penosas situaciones. «Lo más difícil es cuando por ahí se confunden o tienen otras intenciones, porque pasa. A veces, quienes tienen poder, creen que tienen derecho sobre el otro».

«Pasé situaciones feas”

“Me dieron ganas de tomar cartas en el asunto, pero aprendí a contar hasta 10 y a ubicarlos. Tengo valores muy marcados gracias a mis padres y lo primero que hago, cuando veo que tienen otras intenciones, es ubicarlos», confesó con dolor y tristeza.

Y luego, agregó: «Piensan que estar sentados detrás de un escritorio les da poder. Eso ya no existe, el poder está en la mente de cada uno. La educación es fundamental», cerró.