TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) llamó a las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) «ciudades privilegiadas» y pidieron que las deroguen.
«No apoyamos la creación de las ZEDEs», fue el mensaje enfático que divulgó este miércoles la Conferencia Episcopal en un comunicado.
Además, los obispos a través del escrito señalan que anular la creación de las ZEDEs es una obligación del Congreso Nacional (CN). Por lo cual les pidieron «no lavarse las manos y legislar a favor del pueblo».
De su lado, el portavoz de la Iglesia Católica, padre Juan Ángel López, manifestó que los obispos no están en contra del desarrollo de Honduras, pero sí de la forma en como se está haciendo con las ZEDEs.
También mostró su preocupación en el sentido que el gobierno ignore las manifestaciones y pronunciamientos de varias instituciones hondureñas sobre los riesgos de la implementación de este proyecto.
Además, apuntó que los obispos han sido testigos de la insensibilidad de las autoridades y líderes políticos ante las voces que reclaman justicia y respeto por la defensa de la soberanía y la integridad del país.
«Fueron creadas en abierta violación a la Constitución de la República de Honduras y en perjuicio de nuestro ordenamiento territorial», señalaron los obispos.
«Qué fácil es lavarse las manos»
En el mismo comunicado la CEH cuestionó los argumentos de algunos individuos de no exigirle al CN la derogación del proyecto arguyendo «ya cumplieron su deber de legislar».
«¡Qué fácil es lavarse las manos ante un problema de esta magnitud, un problema que ellos mismos han causado!», agregaron. Ante ello, la Conferencia Episcopal hizo un llamado al Congreso para que derogue las reformas a la Constitución que dan origen a las ZEDEs.
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Juegos políticos
En otro apartado, la CEH hizo un llamado a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para que no se preste al juego político. Pidió que este poder del Estado mantenga su independencia y no se plegue a intereses contrarios a Honduras.
«Por dignidad, por justicia y por amor patrio, no nos convirtamos en espectadores pasivos del despojo y de una irreversible descomposición de nuestra patria», señala el escrito.
La CEH concluyó que Honduras ocupa el compromiso de todos los ciudadanos para la construcción de un país digno y próspero, donde se luche y el bien de uno se convierta en beneficio de todos.
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