Redacción. Roger Enrique Lanza ha sido sentenciado a 18 años y nueve meses de cárcel tras declararse culpable del femicidio de su esposa, Jennifer Alejandra Galdámez, en un procedimiento abreviado llevado a cabo el pasado 26 de diciembre de 2024. La decisión judicial se produce justo antes de que el caso fuera a juicio oral y público.
El crimen, que conmocionó a la comunidad en noviembre de 2021 en San Pedro Sula, llegó a su resolución gracias a la aceptación de culpabilidad por parte de Lanza. Originalmente, el Código Penal hondureño establece una pena máxima de 30 años por femicidio agravado. Sin embargo, al acogerse al procedimiento abreviado y confesar su responsabilidad, la condena de Lanza se redujo en 11 años y tres meses.
La Fiscalía de Delitos Contra la Vida presentó una sólida investigación que desmanteló la presunción de inocencia del acusado. Entre las pruebas clave se incluyeron testimonios y, de manera crucial, filmaciones que demostraron cómo Roger Enrique Lanza se deshizo del cuerpo de Jennifer tras estrangularla en su propia vivienda.
Las grabaciones de video resultaron ser el pilar fundamental de la acusación, ubicando a Lanza en la escena del crimen y contradiciendo su propia versión de los hechos, en la que afirmaba encontrarse en su casa al momento del asesinato.
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Además del material audiovisual, la fiscalía presentó declaraciones de testigos protegidos que corroboraron la presencia de Lanza en el lugar del crimen y lo vieron abandonar la zona para dirigirse a su residencia en la colonia Casa Maya, de San Pedro Sula.
La reconstrucción de los movimientos de Lanza se hizo posible gracias a una minuciosa recopilación de imágenes captadas por cámaras de seguridad privadas. También, por el Sistema Nacional de Emergencia 911. Las autoridades policiales lograron trazar una secuencia que evidenciaba su participación en el femicidio.
Un detalle relevante en la investigación es que la zona donde Lanza abandonó el cuerpo de Jennifer, en el segundo anillo periférico, carecía de cámaras de vigilancia. Un hecho que, según la investigación, tenía conocimiento el acusado. No obstante, su huida quedó registrada por cámaras ubicadas a partir de la entrada de la colonia Las Anonas. Sistemas de vigilancia privados y del 911 captó sus movimientos.