Honduras. El cafetalero Allan Edgardo Guzmán Flores fue asesinado en Santa Bárbara, cabecera del departamento homónimo, y este día fue sepultado frente a una multitud en el municipio de Atima, su lugar de origen.
El crimen lo cometió un sicario, quien -según testigos anónimos- se acercó a su víctima cuando éste cambiaba la llanta de su vehículo, un pick up doble cabina color gris, en la colonia Alfonso XIII.
De tal forma que sacó su arma y le disparó. El cuerpo del ciudadano de 45 años quedó sobre la acera, a pocos metros de su casa.
Entierro en su tierra natal
La familia de Allan Guzmán, entre ellos su esposa y sus dos hijos, realizaron su cristiana sepultura en el cementerio de su tierra natal, mencionada al inicio.
Al sepelio llegaron decenas de personas: amigos, vecinos y otros parientes; quienes manifestaron su pesar. Aún más latente fueron las lágrimas y el dolor que expresaron los más afectados por el asesinato del compatriota.
Tanto mujeres como hombres hicieron una caminata detrás de ataud, que fue llevado en la paila de un carro hasta el Campo Santo.
Indagaciones
Sobre el crimen del ciudadano dedicado a la caficultura, las autoridades informaron que ya se asignó el caso a un equipo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Resaltaron las «enemistades personales» como su primera hipótesis.
