Redacción. En el marco del Día del Periodista hondureño, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) denunció que persiste un alarmante nivel de impunidad en los crímenes contra trabajadores de medios en Honduras, con un 88 % de los casos sin resolver desde 2001.
Entre octubre de 2001 y mayo de 2025, según datos del ente, al menos 101 personas vinculadas a medios de comunicación han sido asesinadas de manera violenta.
«La impunidad sigue siendo la constante en estos casos, lo que refleja la vulnerabilidad del gremio», advirtió el Conadeh en un comunicado.
Sólo entre 2022 y lo que va de 2025, asesinaron a 11 comunicadores y en apenas uno de esos casos se ha logrado una condena judicial. Las víctimas incluyen periodistas, camarógrafos, locutores, fotógrafos, cronistas deportivos y propietarios de medios.
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Desplazamiento forzado
El organismo también expresó preocupación por el desplazamiento forzado que enfrentan muchos periodistas.
Entre 2016 y 2024, se recibieron 133 quejas relacionadas con amenazas y otros factores que obligaron a comunicadores a abandonar sus hogares o lugares de trabajo. «El 75 % de los afectados denunció haber sido amenazado», detalló el informe.
Además, el Conadeh subrayó que la mitad de las denuncias por desplazamiento forzado se registraron entre 2022 y 2024, lo que evidencia un recrudecimiento de las condiciones adversas para la prensa.
«Periodistas y comunicadores enfrentan a diario un alto y complejo riesgo de desplazamiento debido a la violencia ligada a su labor informativa», sostiene el documento.
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La entidad alertó sobre las múltiples formas de agresión que enfrenta el gremio, entre ellas hostigamiento, intimidación, demandas judiciales y atentados.
«Estos hechos constituyen una amenaza directa a la libertad de expresión y al derecho a informar libremente», afirmó. Al mismo tiempo, hizo un llamado urgente para que cesen las agresiones, «provenientes tanto de particulares como de agentes del Estado».
El informe concluye que los agresores figuran como desconocidos en el 45 % de los casos. El resto se atribuye a bandas criminales y personas conocidas.