San Manuel. Los invasores de las tierras donde se ubica la Fundación Biológica Educacional Jaime Rosenthal Hidalgo (FUNBIOROSEN) estarían practicando rituales satánicos con los que buscarían amedrentar a los cuidadores de cocodrilos para así poder adueñarse de las tierras.
Esta hipótesis fue planteada por el apoderado legal de los propietarios de FUNBIOROSEN, quien se mantiene en el anonimato para salvaguardar su integridad física. Esta aseveración toma sentido luego del hallazgo de una cabeza de cocodrilo con signos de haber sido manipulada de una forma específica.
«Soy especialista en psicología criminal y esto es una señal satánica que le han dejado a los empleados para amedrentarlos. Aquí podemos ver la evidencia, le cortaron la cabeza al animal y la dejaron clavada como un pacto satánico«, enfatizó el profesional del derecho.
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Invasiones representan un enorme peligro
El pasado lunes 20 de febrero los cuidadores de esta reserva biológica reportaron la muerte de unos 40 cocodrilos que presuntamente habrían sido envenenados por un grupo de invasores instalados ilegalmente en esta propiedad. Entre estos hallazgos se encontró la cabeza de un reptil manipulada y colocada como una especie de mensaje.
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Aún no se sabe qué acciones podrían llevar a cabo en el futuro los invasores en su propósito de hacerse con las tierras que ocupan de manera ilegal. Lo que es un hecho, es que esta situación estaría poniendo en peligro la vida de unos 4 mil cocodrilos que se encuentran protegidos bajo medidas de seguridad en piletas de concreto y lagunas.
No solo los reptiles estarían en riesgo por la problemática, pues esta podría representar un enorme peligro para la vida de muchas personas. «También está en grave riesgo la seguridad y vida de los vecinos de la comunidad si los invasores logran liberar unos 300 cocodrilos de una dimensión de seis metros en una colonia normal. Habría un desastroso problema social para Villanueva y San Manuel«, enfatizó el representante legal.
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Gobierno hace caso omiso a la problemática de las invasiones
Esta situación se da en medio de una problemática creciente a nivel nacional, pues las invasiones se extienden ya a ocho departamentos del país. Concretamente, en los municipios de San Manuel y Villanueva se registran 325 invasiones. Estas ocupaciones ilegales de tierras ahuyentan la inversión, por lo que es urgente la intervención gubernamental.
«Si el Gobierno no hace algo en este momento, seguirán deforestando el pulmón de San Manuel y Villanueva. Nadie quiere invertir en estos sectores, mientras siguen las invasiones que amenazan con no detenerse», refirió el abogado de la fundación.
La investigación sigue en curso
La Fiscalía Especial del Medio Ambiente, en compañía de una bióloga, y otras dependencias policiales inspeccionaron el lugar para buscar indicios que ayuden a descifrar más detalles sobre cómo ocurrió la matanza de los 40 cocodrilos. Además, esperan lograr identificar a los culpables para llevar a cabo los procesos judiciales correspondientes.
Esta institución ha iniciado el proceso investigativo señalando que en la matanza de los reptiles se han cometido los delitos de explotación ilegal de recursos naturales y daños a la fauna. También investigan la presencia de bandas criminales que estarían usando como puntos ciegos las tierras invadidas.
