Redacción. El padre franciscano Leopoldo Serrano fue recibido con aplausos, abrazos y fuegos artificiales por parte de todos los habitantes de la colonia San Francisco de Asís en el municipio de Macuelizo, en Santa Bárbara, tras haber caminado durante ochos días para llegar a Tegucigalpa, capital de Honduras.
El sacerdote peregrinó desde San Pedro Sula hasta Tegucigalpa para entablar un diálogo con la presidenta Xiomara Castro, con el fin de buscar apoyo para los damnificados de la comunidad La Reina.
Tras su llegada, niños, jóvenes y adultos lo recibieron con mucha alegría ya que el religioso llegó con buenas noticias para esas personas. En ese sentido, algunos ciudadanos se acercaron para expresarle su agradecimiento por el sacrificio que había realizado. El padre recorrió más de 250 kilómetros para lograr que los proyectos pendientes sean concluidos, pese a los problemas de salud que tiene.
«Han sido ocho días muy duros. Un camino muy difícil para llegar a Tegucigalpa», manifestó el religioso. Al igual que, el propósito del peregrinaje no fue por su beneficio, sino que por los damnificados de La Reina.
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Padre Leopoldo
El líder religioso explicó que fue complicado conseguir la reactivación del proyecto para la comunidad de La Reina, pero al final se pudo lograr. «Es duro que lo tengan en suspenso», apuntó.
De la misma manera, confesó que el Gobierno lo estaba investigando para saber qué clase de sacerdote era. También, descubrió que «nos pusieron a un soldado infiltrado entre nosotros, ya cuando estábamos a unos 18 kilómetros en una moto».
Finalmente, el sacerdote destacó el aporte de los medios de comunicación en su lucha tras lograr su propósito de reunirse en Casa Presidencial con Castro.
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