26.6 C
San Pedro Sula
viernes, abril 19, 2024

9 años viviendo en sombras y hondureño no pierde la fe de recuperar su vista

Debes leer

SAN PEDRO SULA. Nueve años bajo las sombras han sido para Arnaldo Aranda un martirio y una «mala pasada» de la vida. Un día el mundo de este catracho se vio sumergido en la más completa oscuridad.

Joselito como le dicen de cariño, pertenece a una familia de escasos recursos económicos y su madre Lucila es una pieza clave en la forma de vida que ahora lleva este hondureño. Cuando estaba más joven sus vecinos lo definen que era alguien alegre, lleno de espíritu y trabajador,  Aranda se dedicaba a llevar a cabo cultivos en tierras alquiladas para llevar alimento al hogar.

TODO CAMBIÓ

Todo transcurría con normalidad hasta que un día (2006) limpiando maíz con azadón empezó a ver un poco oscuro, cosa que le extrañó mucho, pues pasó el tiempo y al notar que la situación empeoraba, como no era ajeno a los doctores lo llevaron a San Marcos de Ocotepeque  para que lo revisara un doctor especialista y estando allá le aplicaron algunas inyecciones que finalmente no dieron el resultado esperado.

En término de una semana perdió la vista completamente, con un futuro incierto, agobiados por el momento, viviendo un  amargo año por causa de una enfermedad jamás imaginada,  lo llevaron al Municipio de Cucuyagua pero no hicieron mayor cosa, se agudizó la preocupación en su familia, por lo que tomaron a bien llevarlo a la ciudad
industrial del país, San Pedro Sula, donde estuvo viajando al menos un año.

Estando en un centro hospitalario de la zona norte de Honduras se le practicó una operación donde según los médicos podría recuperar la vista, la cirugía tuvo un costo de 30,000 lempiras, dinero sacado con el sudor del trabajo de sus hermanos y dejando compromisos por doquier, todo con el fin de ayudar a su querido Arnaldo.

Todos se decepcionaron por el fallido intento de la ciencia para rescatar la vista del joven copaneco de aquel entonces, sin duda no era fácil por el incremento de gastos en transporte y alguna que otra comida en el trayecto; afortunadamente en hospedaje no tuvo que pagar.

Creyendo que aún se podía curar, doña Lucila Edelmira optó por enviarlo al hermano país de El Salvador,
abrigados por la esperanza de encontrar la solución al problema, poniendo su último dinerito, viajando a punta de autobueses y a largas ahoras, la respuesta que no querían  escuchar fue la que les dio un médico de la república salvadoreña, este les dijo que «Arnaldo ya no tenía cura», palabras que produjeron
que el mundo se les viniera encima en menos de un segundo y marcaran su vida.

Con tristeza Joselito recuerda ese día (un 2006), lo que se preguntó es qué iba a ser de su vida en adelante, un hombre acostumbrado al trabajo, un apasionado por el fútbol y las populosas carreras de cinta, todo eso se rompió de manera inesperada y de la forma más cruel.

Al final lo que terminó recibiendo fueron unos medicamentos de muy alto costo por cierto, indicados para que la presión del ojo transitara normal y no alterada, desde hace más o menos dos años no ha visitado un médico ni
tampoco ha comprado medicinas porque no hay dinero, todo es caro y lo que ha tocado es quedarse aislado del mundo esperando un milagro divino o una mano amiga.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/radio1.jpg»]

DÍA A DÍA

Ahora Joselito se mantiene en el corredor de su casa, con una radio de baterías como su mejor amiga para escuchar noticias y deportes, también un bastón que él mismo hizo ,  de vez en cuando hace algunos trabajitos prácticos como: desgranar maíz, sembrar algún poste en compañía de alguien más y ya sale poco a las vegas del pueblo
porque sus hermanos no tienen mucho tiempo para llevarlo.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111214.jpg»]

Es un hombre de aprendizaje lijero, pues ahora se moviliza en su casa como si nada con un «sexto sentido», si desea desplazarse fuera de su casa palpa con las llemas de sus dedos una espalda  que no puede mirar.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111844.jpg»]

Para doña Lucila que ya sobrepasa los 60 años de edad no fue fácil en un inicio, pues tocaba que llevarlo al baño, cambiarlo y otras cosas, pero Joselito aprendió rápido y se adaptó  al nuevo estilo de vida.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111838.jpg»]

«Para mí no era sencillo saber que mi viejito iba a trabajar duramente y yo tenía que quedarme en la casa, nunca fue justo. Siento que mi vista no la tengo muerta porque cuando me baño y me cae espuma producto del jabón me arde, eso creo es una buena señal», puntualizó Joselito.

«Créame, si a mí me aseguraran que con quitarme una mano o un pie volveré a ver… lo hago sin dudarlo», acotó nuevamente y con quebranto.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111837.jpg»]

Arnaldo Joselito reside en el caserío de «El Pinal», jurisdicción de La Unión, Copán. Las paredes de su casa de habitación están adornadas por humildes recuerdos, carece de muchas cosas, algunos días ajustan para lo poco y en otras deben hacer lo necesario para sobrevivir.

Añadió que la gente del lugar lo ha visitado y ha recibido buenos consejos ya que en alguna ocasión pensó hasta en quitarse la vida por la impotensia de estar así.

SEPA MÁS

Para nosotros todo parece simple y natural cuando abrimos los ojos y el mundo se despliega magnífico en sus tres dimensiones,  admirable en sus detalles, abundante en su contraste, rico en matices, texturas y colores; sin embargo,
para Joselito esto no deja de ser una ilusión y se convierte en una historia que no puede para nosotros ser indiferente.

Para Joselito no fue nada fácil que por mucho tiempo viera en un 100% y en corto tiempo quedara un 100% ciego, por lo cual le tocó  prestarle mayor atención a sus otros cuatro sentidos, ahora intenta día a día calcular la distancia
y la dirección del tráfico con el oído a la espera de solucionar su ceguera.

A los 31 años cayó enfermo y ahora con 40 años de edad sigue con la luz de esperanza de volver a ver, un aproximado de 300 mil lempiras ha gastado en tratarse para curarse pero por ahora todo ha sido en bano.

POSIBILIDAD

Un experto en medicina oftamológica dijo a familiares de Joselito que existía un tratamiento de  válvulas que ayudarían a que él vea en un 60%, pero es de muy alto costo, por lo que la familia no puede costear el efectivo necesario.

AGRADECIMIENTOS

«Mi mamá, hermanos y sobrinos han sido importantes en mi vida, no tengo con que pagarles todo lo que han hecho luego de lo sucedido, me conformo con mirar aunque sea donde me paro», dijo Aranda.

«Mis hijos son únicos, cuando yo falte si él no llegara a tener cura se que ellos se harán cargo de él, pues por ahora prácticamente tengo bajo mi cargo a dos enfermos (incluye una joven con retraso mental de nacimiento), mencionó doña Edelmira.

AYUDA

Si algún ciudadano(a) tiene la voluntad de cooperar con el campesino que trabaja la batalla más difícil de su vida, puede depositar dinero al siguiente número de cuenta en Banco de Occidente a nombre de Edelmira Aranda: 211140071669.

MENSAJE AL PRESIDENTE HONDUREÑO

«Le pido a don Juan Orlando Hernández que me ayude, ya sea con medicamentos, médico o si mi cura fuera en otro país sería importante, sólo le pido que no rechaze mi caso»

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111819.jpg»]

Joselito comparte con su familia.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/madre.jpg»]

Su madre pide que ayuden a su hijo.

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/jhjh.jpg»]

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111803.jpg»]

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111907.jpg»]

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/20160103111758.jpg»]

[ot-caption title=»» url=»https://www.tiempo.hn/wp-content/uploads/2016/01/201601031118331.jpg»]

 

Por: Jerson Ariel Trigueros

Correo: jerson.trigueros@tiempo.hn

Estás a un paso de recibir nuestro PDF Gratis

Última Hora

Hoy en Cronómetro

error: Contenido Protegido