Redacción. La Semana Santa en Honduras es una época de significativa importancia religiosa y cultural, durante la cual se observa un incremento notable en el consumo de mariscos y pescado, por lo que es indispensable tener en cuenta los riesgos que podría llevar el consumir algún marisco en malas condiciones.
El aumento en la demanda de pescado fresco y seco ha llevado a las autoridades a reforzar las inspecciones en mercados y establecimientos para asegurar la calidad y seguridad de estos productos.
Riesgos asociados al consumo de pescado contaminado
El consumo de pescado contaminado puede conllevar serios riesgos para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los alimentos insalubres, incluyendo el pescado en mal estado, pueden causar más de 200 enfermedades, desde trastornos digestivos hasta afecciones más graves como infecciones parasitarias y enfermedades neurológicas. Los contaminantes más comunes en el pescado incluyen bacterias, virus, parásitos y sustancias químicas nocivas como metales pesados.
Uno de los principales riesgos es la presencia de mercurio. La OMS advierte que la exposición al metilmercurio, una forma orgánica del mercurio presente en ciertos pescados, puede afectar negativamente el desarrollo neurológico en fetos y niños pequeños.
Además, consumir pescado seco o fresco en estado de descomposición puede provocar intoxicaciones alimentarias con síntomas como vómitos, dolor de cabeza, mareos y diarrea.
¿Cómo reconocer pescado en mal estado?
La Agencia de Regulación Sanitaria (ARSA) brinda una serie de recomendaciones para identificar si el pescado está apto para el consumo:
Pescado en mal estado
Si el pescado fresco presenta las siguientes características, es porque está en proceso de descomposición:
- Ojos hundidos y opacos.
- Agallas pálidas y amarillentas.
- Escamas que se desprenden con facilidad.
- Carne blanda y que se desmenuza al tacto.
- Mal olor intenso y desagradable.
Pescado en buen estado
El pescado fresco y apto para el consumo debe cumplir con las siguientes condiciones:
- Ojos brillantes y sobresalientes.
- Agallas rojas y húmedas.
- Escamas firmemente adheridas.
- Carne firme al tacto.
- Aroma marino característico.
La ARSA también señala que el pescado fresco debe estar cubierto de hielo para conservar su frescura hasta su venta y consumo. En el caso del filete de pescado, debe almacenarse en contenedores de acero inoxidable y sobre hielo para garantizar su calidad.
Acciones de la Dirección de Protección al Consumidor
José Santos, director de la Dirección de Protección al Consumidor, ha señalado que se han identificado dos principales preocupaciones en el mercado:
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Pescados con alto contenido de mercurio: se ha detectado la venta de especies como la «asesina de tiburón», caracterizada por su carne gruesa y blanca, que presentan niveles elevados de mercurio.
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Pescado seco en mal estado: productos que exhiben colores anómalos y signos evidentes de descomposición, indicando la presencia de hongos.
Santos informó que, en operativos recientes, se inspeccionó el mercado de mariscos en el mercado La Isla, de Tegucigalpa, sin encontrar pescado en mal estado, a diferencia del año pasado. Sin embargo, se planifican inspecciones en otros mercados como Zonal Belén, Colón y San Isidro para continuar asegurando la calidad de los productos.
Recomendaciones para los consumidores
- Comprar en lugares confiables
- Verificar el estado del pescado
- Asegurar una correcta conservación
Además, es necesario que los consumidores que encuentren anomalías en los pescados adquiridos reporten el problema a las autoridades. Para ello, pueden reportar llamando a la línea 115 o enviando una fotografía del establecimiento donde adquirieron el pescado al número 8863-1086.
Estas acciones buscan proteger la salud pública y garantizar que, durante la Semana Santa los productos disponibles en el mercado sean seguros y de calidad.