YORO, HONDURAS. Consternación e indignación viven familiares del joven que fue ultimado a disparos, mientras estaba en su taller de mecánica, ayer, jueves, en El Progreso, departamento de Yoro.
La víctima fue identificada como Fidel Rodríguez. Él era hijo de Marina Meléndez, la exdirectora departamental de Educación en Yoro y actual directora de la escuela Manuel Bonilla.
El violento hecho ocurrió específicamente en el barrio El Centenario de Agua Blanca Sur, donde se ubicaba la residencia del ahora occiso.
¿Cómo lo mataron?
De acuerdo con los informes preliminares, el joven estaba reparando una motocicleta cuando sujetos armados llegaron y le dispararon.
Posteriormente, los supuestos sicarios salieron corriendo del lugar.
En tanto, el joven quedó tendido en el suelo aún con vida, por lo que fue trasladado hacia un centro asistencial, pero en el trayecto falleció.
La Policía Nacional se hizo presente en el lugar, sin embargo, no se ha dado con el paradero de los criminales.
Se desconoce cual será el móvil de este crimen. Se espera que las autoridades puedan seguir con operativos para capturar a los responsables.
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Reacciones
Tras darse a conocer su muerte, varias personas enviaron condolencias a su madre y a sus demás familiares. También, condenaron el hecho.
«Vuelven a poner en luto a una familia, a una esposa, a una hija, a muchas amistades y a una aldea. Agua Blanca Sur siente mucho esta pérdida. Mi más sentido pésame para la familia y que Dios les dé paz y fortaleza. A mi Lic. Marina Meléndez, sabe que me tiene a sus órdenes y estoy disponible para lo que sea, Dios te reciba en su gloria», indicó un allegado.
«Las madres que hemos pasado por eso sabemos lo que se siente perder un hijo de esa manera. Solo Dios puede consolar a la licenciada Marina, estamos rogando a Dios que le dé el consuelo que ella necesita en este momento», indicaron.
«Este joven no le hacía nada a nadie, al contrario, luchaba por su familia, para que su niña tuviera un hogar digno y en un momento le arrebatan todo, es triste que estos delincuentes no piensen en el gran dolor que causan y las vidas que destruyen, pero hay un Dios que todo lo mira y de ese no se escaparán. Dejaron el corazón partido de una madre, una esposa y una hija», externaron.
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