Redacción. La mosca del gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) es una amenaza creciente en Honduras, que afecta tanto a animales como a personas. Esta plaga parasitaria provoca infestaciones conocidas como miasis, donde las larvas se alimentan del tejido vivo, causando graves daños de salud y pérdidas económicas.
Para enfrentar este riesgo, es fundamental saber cómo identificar a esta mosca y sus larvas, y actuar rápidamente.
¿Cómo es la mosca adulta?
Aunque a simple vista puede confundirse con una mosca común, la Cochliomyia hominivorax tiene características distintivas que facilitan su identificación:
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Tamaño: Mide entre 8 y 10 milímetros, apenas un poco más grande que una mosca habitual.
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Color y brillo: Su tórax exhibe un brillo metálico azul verdoso, mientras que su abdomen presenta bandas anaranjadas muy visibles.
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Cabeza: Amarillenta, con ojos oscuros y prominentes.
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Alas: Al estar en reposo, las extiende en forma de ‘V’, una postura característica.
Estas señales visuales ayudan a diferenciarla de otras moscas comunes y permiten una rápida alerta para su control.
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Larvas: el verdadero peligro
El daño más grave lo causan las larvas de la mosca, que se alimentan activamente del tejido vivo. Sus principales rasgos son:
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Color: Blanquecino o blanco cremoso.
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Forma: Segmentadas, sin patas, con cuerpo cilíndrico.
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Comportamiento: Se introducen profundamente en las heridas abiertas, provocando inflamación, mal olor y secreción abundante.
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Efectos visibles: Heridas que no cicatrizan y donde a menudo se pueden observar las larvas en movimiento.
En animales, la infestación puede manifestarse también con cambios de comportamiento como agitación o rascado excesivo.
Impacto y situación actual en Honduras
El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa) ha alertado sobre la presencia de esta mosca en varios departamentos, incluyendo Atlántida, Choluteca, Colón, Comayagua, Francisco Morazán, Olancho, Yoro y El Paraíso. La emergencia sanitaria se declaró en septiembre de 2024 luego de detectarse brotes en el ganado.
Desde febrero de 2025, se han confirmado más de 64 casos en humanos, siendo el Distrito Central el área con mayor incidencia. En animales, los casos superan los 1,600, con graves pérdidas económicas para el sector ganadero.
Prevención y control
Ante esta amenaza, Senasa y organismos internacionales han intensificado el monitoreo y control fronterizo para evitar la reintroducción y propagación de la mosca. Entre las recomendaciones están:
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Mantener limpias y cubiertas las heridas en humanos y animales.
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Reportar cualquier caso sospechoso a las autoridades sanitarias.
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Buscar atención veterinaria o médica inmediata si se detectan larvas en heridas.
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Evitar el traslado de animales infestados sin control sanitario.
Reconocer la mosca del gusano barrenador y actuar a tiempo es clave para evitar complicaciones mayores y proteger la salud pública y el sector agropecuario en Honduras.
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