¿Cómo curar las ampollas por usar un calzado nuevo o inadecuado?

DE MUJERES. Nada es más gratificante para una mujer que comprar zapatos, pero en muchas oportunidades estrenarlos puede ser una pesadilla por las rozaduras o ampollas que salen en el pie.

Una herida provocada por un calzado nuevo o por la realización de actividades físicas de larga duración, suele ser bastante dolorosa e impide caminar correctamente.

El director general de Podoactiva, Víctor Alfaro, explica que la aparición de ampollas en los pies se debe “a la fricción generada de la piel contra el calzado, que provoca el aumento de temperatura en la zona”.

“En ocasiones, esa ampolla se rompe, quedando expuesta la piel de debajo, que es mucho más fina y que molesta al contacto con el zapato”, precisó Alfaro al portal Cuídate Plus.

También el calcetín puede ser el causante de esa molesta rozadura porque no se ajusta bien y favorece la fricción entre el calzado y la piel.

Por eso es muy importante a la hora de comprar zapatos, medirlo y adquirir aquellos que estén acordes a la talla y la comodidad, lo mismo sucede con los calcetines, incluso buscar los que mantengan el pie seco.

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Estos son los pasos que debes seguir para tratar la lesión en el pie:

1. Lavar la zona con jabón y aclarar con abundante agua tibia.
2. Secar muy bien con gasas la zona y aplicar clorhexidina o povidona yodada.
3. Tapar la herida con una gasa que sea antiadherente (para evitar que se pegue) y cubrirla con un esparadrapo de papel para que transpire mejor.

¿Explotar la ampolla?

Según los expertos, si la ampolla es grande y nos impide caminar, lo ideal es pinchar y drenar el líquido, pero nunca quitarle la piel.

Hay que tomar en cuenta que la piel que cubre la ampolla es el mejor apósito que podemos tener para proteger la piel que se localiza debajo.

Tras explotarla, es necesario limpiar la zona y desinfectarla para, más tarde, colocar un apósito específico, conocido como “segunda piel”.

Cómo evitar que salgan ampollas

Los especialistas en podología recomiendan:

• Mantener la piel bien hidratada durante todo el año con cremas específicas de pies.
• Llevar calcetines durante todo el año, incluso cuando se salga a caminar o correr.
• Usar zapatos que sean de nuestra talla y escoger el correcto según la actividad que se vaya a realizar.
• Emplear vaselina o cremas anti-rozamientos en caso de estrenar unos zapatos (nunca hacerlo en una competición) o de realizar una caminata muy larga. En concreto, hay que aplicarlas principalmente donde han aparecido ampollas en otras ocasiones.
• Comprar el calzado por la tarde, cuando los pies están más hinchados y dilatados después de todo el día.

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