Carlos III fue solemnemente coronado el sábado junto a su esposa Camila en una fastuosa ceremonia, única en Europa, que el Reino Unido no vivía desde hace 70 años, y con este evento, su romance con Diana retoma importancia nuevamente.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra, colocó sobre la cabeza del monarca de 74 años la corona de San Eduardo, que no se había utilizado desde la coronación en 1953 de su madre, fallecida en septiembre.
Un encuentro adolescente con el príncipe
Fue en 1977 cuando Lady Diana Spencer, entonces con 16 años, conoció por primera vez al príncipe Carlos de 29 años. Carlos asistió como invitado de la hermana mayor de Diana, Lady Sarah McCorquodale, a una fiesta de caza en Althorp, casa de la familia Spencer. Carlos para ese momento estaba saliendo con Sarah y, en ese período, Sarah supuestamente compartió su romance con dos periodistas frente a los que admitió tener un trastorno alimenticio, “varios novios” y asegurar que no se casaría con Carlos “así él fuera un reciclador o el rey de Inglaterra”. Según las fuentes, la relación terminó poco después de que Carlos viera el artículo y le dijera: “Acabas de hacer algo increíblemente estúpido”.
Si bien su hermana no se dejó llevar por el príncipe Carlos, fue una historia diferente para Diana. En The Diana Chronicles, Tina Brown escribió que Diana le dijo a sus amigos que algún día se casaría con el príncipe, pues él sería “al único hombre en el planeta al que no se le permitiría divorciarse de mí”. Ella misma le confesó más tarde al biógrafo Andrew Morton, autor de Diana: Her True Story, que sus primeros pensamientos sobre Carlos fueron poco efusivos. Recordaba haber pensado: “Dios, qué hombre tan triste”.
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Durante la entrevista que concedió tras su compromiso en 1981, el príncipe contó: “Recuerdo haber pensado en lo alegre, divertida y atractiva que era ella a sus 16 años; muy divertida, animada y llena de vida”.
Una reunión en Sussex
No fue hasta tres años después de ese primer encuentro cuando Carlos y Diana se volvieron a ver. En julio de 1980, ambos fueron invitados a una barbacoa de fin de semana en la casa de su amigo Philip en Sussex.
“Unos amigos me pidieron que me quedara con ellos en Sussex y me dijeron: ‘el príncipe de Gales va a estar’, y pensé que no lo había visto en años, le comentó Diana a su profesor de oratoria en una cinta utilizada en el documental Diana: In Her Own Words de Channel 4.
Ella añadió: “Él acababa de romper con su novia y su amigo Mountbatten había sido asesinado. Creí que sería bueno verlo. Estaba poco impresionada. Me senté allí y este hombre entró y pensé: “Bueno, ahora sí estoy bastante impresionada”. Yo era diferente”.
Según la misma Diana, ella también encantó a Carlos. Reveló en las cintas: “Él estaba absorto en mí”, y añadió: “Estábamos hablando de Mountbatten y su novia y le dije: “Debes estar tan solo. Es horrible verte caminar por el pasillo con el ataúd de Mountbatten, espantoso, necesitas a alguien a tu lado”. Entonces se lanzó sobre mí y empezó a besarme; pensé: «Ugh, esto no es lo que hace la gente normal»; y estuvo encima de mí durante el resto de la noche, siguiéndome como un cachorro».
Diana también reveló lo difícil que fueron esos primeros días, lo difícil de salir con un príncipe: “No era consistente con su cortejo. Me llamaba todos los días durante una semana, y luego no me hablaba durante tres semanas. Muy raro, pensé: “Bien. Bueno, él sabe dónde estoy si me quiere». La emoción cuando solía llamar era inmensa e intensa; las otras tres chicas de mi piso se volvían como locas».
Diana pasó un fin de semana en Balmoral como invitada del príncipe Carlos, y un titular de la prensa sensacionalista el 8 de septiembre de 1980 publicó: «Está enamorado de nuevo». Así se difundió la noticia del incipiente romance al resto del mundo.
Según los informes, la pareja durante esos primeros días se comunicaba principalmente a través de llamadas telefónicas, y las fuentes aseguran que solo se vieron 13 veces antes de que Carlos le propusiera matrimonio.
Un compromiso real
Se dice que Diana y Carlos salieron durante unos seis meses antes de que el príncipe se arrodillara. El 24 de febrero de 1981, el Palacio de Buckingham anunció la noticia con una declaración: “Con el placer que la reina y el duque de Edimburgo anuncian el compromiso de su amado hijo, el príncipe de Gales, con Lady Diana Spencer, hija del conde Spencer y la honorable señora Shand Kydd”.
Carlos había hecho la pregunta solo tres semanas atrás y en la entrevista de compromiso para BBC Radio dijo: «Ella había planeado ir con su madre a Australia durante bastante tiempo, entonces pensé: «Bueno, le preguntaré para que tenga la oportunidad de pensarlo cuando esté fuera y decidir sí puede soportar toda la idea, o no, según fuera el caso”. Sin embargo, Diana dijo que sí «de inmediato».
Cuando se le preguntó a Diana cómo haría frente a su papel respondió: «Bueno, naturalmente, es bastante abrumador, pero espero que no sea demasiado difícil, y con el príncipe Carlos a mi lado no puedo equivocarme».
Según un artículo escrito en ese momento por The Guardian, la hermana de Diana, Lady Sarah, reveló a los periodistas: “Yo los presenté. Soy Cupido”.
La futura princesa de Gales habló después sobre la “espantosa” entrevista del compromiso y le dijo a su biógrafo: “Este ridículo (noticiero) dijo: «¿Estás enamorada?». Pensé: «Qué pregunta tan complicada», y dije: «Sí, por supuesto que lo estamos». Carlos se dio la vuelta y dijo: «Lo que sea que signifique el amor”. Eso me desconcertó por completo y pensé: «Qué respuesta más extraña». Ese episodio me traumatizó”.
El príncipe Carlos y Lady Diana Spencer se casaron en la catedral de San Pablo el 29 de julio de 1981, poco más de cinco meses después del anuncio oficial de su compromiso. La boda, que fue vista por 750 millones de personas en todo el mundo, fue calificada por Debrett’s como «el último gran evento estatal del siglo XX».
Por supuesto, tuvieron hijos: el príncipe Guillermo, heredero del trono, y el príncipe Harry, pero su relación comenzó a romperse a finales de la década de 1980, y para 1992 la pareja ya se había separado, aunque el divorcio oficial tuvo lugar en 1996.