Redacción. Desde la noche del domingo hasta la mañana de este lunes, disturbios masivos y saqueos sacudieron el centro de Los Ángeles. Estos hechos fueron impulsados por un clima de creciente tensión debido a las recientes medidas del gobierno federal contra los inmigrantes indocumentados.
Imágenes compartidas en redes sociales muestran multitudes que ingresan a la fuerza a locales comerciales en la zona de 6th Street y Broadway, mientras la policía intenta contener la situación.
La División Central del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) confirmó múltiples denuncias de dueños de negocios cuyos establecimientos fueron atacados. «Reportan saqueos en el área de 6th y Broadway. Oficiales están en camino para investigar», informó la dependencia a través de X (antes Twitter).
Las autoridades pidieron a residentes y comerciantes documentar con fotografías cualquier vandalismo o daño antes de limpiar, para que los hechos puedan incluirse en un reporte oficial.
Disturbios
El origen de los disturbios se relaciona con las voces de protesta contra la política migratoria del gobierno estadounidense, que durante el fin de semana se extendieron a varios puntos de la ciudad. Aunque iniciaron de manera pacífica, en algunos sectores derivaron en enfrentamientos, incendios y destrucción de propiedad privada.
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Según reportes de la BBC, manifestantes lanzaron piedras y cócteles molotov contra las fuerzas del orden, quienes respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma. Creadores de contenido como el youtuber BillyJohnOh registraron las escenas de caos en transmisiones en vivo; él captó el saqueo de una tienda especializada en zapatillas Jordan. Otros videos muestran la irrupción violenta en una estación de servicio.
VIDEO
El endurecimiento de la agenda migratoria del gobierno federal ha sido el detonante de las manifestaciones. Entre las nuevas medidas se incluye la aplicación de la Alien Enemies Act de 1798 (Ley de Enemigos Extranjeros de 1798), una antigua ley de tiempos de guerra que amplía los poderes para deportaciones. Críticos y organizaciones de derechos civiles han calificado la norma como inconstitucional y discriminatoria.
La administración también ha reiterado su compromiso con la intensificación de operativos de deportación. Asimismo, el cierre de beneficios federales a inmigrantes en situación irregular y un refuerzo drástico de la seguridad fronteriza. Los Ángeles, como parte del condado santuario, históricamente ha rechazado cooperar con acciones migratorias civiles que promueven las agencias federales. Esta postura ha vuelto a generar fricciones con la Casa Blanca.
Despliegue
En una acción que ha generado fuerte rechazo por parte de autoridades locales, el presidente Trump ordenó el despliegue de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, sin la aprobación del gobernador Gavin Newsom. «El gobierno federal va a resolver el problema de los disturbios y saqueadores como debe hacerse», escribió Trump en su red Truth Social, criticando a Newsom y a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass.
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Por su parte, el gobernador respondió con un comunicado en X, exigiendo la retirada inmediata de las tropas federales: «Es una violación grave a la soberanía estatal. No teníamos un problema hasta que Trump intervino. Exijo que rescindan la orden y devuelvan el control a California». La alcaldesa Bass también se pronunció en defensa del derecho a la protesta pacífica, pero subrayó que «la violencia, la destrucción y el vandalismo no serán tolerados».
Durante una conferencia de prensa el domingo 8 de junio, el jefe del LAPD, Jim McDonnell, informó que las autoridades detuvieron al menos a 60 personas en relación con los actos de violencia ocurridos durante el fin de semana. La ciudad se mantiene bajo alta vigilancia, con presencia de vehículos blindados y unidades de la Guardia Nacional en puntos estratégicos.
Tom Homan, funcionario que el gobierno nacional designó como «zar de la frontera», declaró en entrevista con Fox News que las unidades ya se encontraban en proceso de movilización. «Estamos haciendo más segura a Los Ángeles. La alcaldesa debería agradecernos», afirmó.
