Redacción. Encontrar el colorete ideal puede transformar tu maquillaje, aportando un toque de frescura y luminosidad al rostro. Pero con tantas opciones disponibles, elegir el tono adecuado puede resultar abrumador. Esta breve guía te ayudará a descubrir el colorete que mejor se adapta a tu tono de piel, asegurando un look natural y favorecedor.
Para elegir el colorete perfecto debemos tener claro el efecto final que queremos lograr. Si no vamos a usar base de maquillaje y vamos a aplicar el colorete con la piel desnuda, hemos de tener en cuenta cuál es nuestro subtono de piel. Los subtonos pueden ser cálidos, con matices amarillos, dorados o melocotón, o fríos, con matices azules, rosas o rojizos.
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El subtono de tu piel también puede ser neutro si posee una mezcla de ambos tipos de matices. Si elegimos un colorete con subtono similar al de nuestra tez, el resultado que consigamos será armonioso y natural, mientras que si te decantas por el extremo opuesto del espectro el resultado será más llamativo.
Ten en cuenta tu tipo de piel
Si tienes tendencia al acné o a las imperfecciones, mejor evitar los acabados con mucho brillo, al igual que si tienes la piel grasa. Por el contrario, si tu piel es muy seca, las fórmulas en polvo podrían incrementar esa sensación de sequedad.
No obstante, volvemos a repetir que el mundo del maquillaje no todo es blanco o negro y que, independientemente de tu tipo de piel, una tez tratada con el skincare adecuado lo normal es que admita todo tipo de texturas y acabados.
En el caso que tu piel sea muy clarita, no tienes por qué estar limitada al rosa bebé, existen muchas opciones y van a depender del efecto que estés buscando. Así, los tonos melocotón y rosa suave son excelentes opciones para las pieles más pálidas, sobre todo si buscas un acabado sutil.
Si quieres algo más llamativo, el ciruela clarito la palabra es clarito o el coral suave también funcionan de maravilla. La clave está en evitar tonos demasiado cálidos.
Diferentes tonos
Enhorabuena, te quedará bien casi cualquier colorete que elijas. Eso sí, ten en cuenta que cuanto más cálidos sean los tonos que elijas, más bronceada se verá. Una buena opción es invertir en una paleta con diferentes tonos y adaptarlos a las estaciones del año, más cálido en invierno y más suave en verano.
La piel morena tiende a tener subtonos amarillos y verdes, así que optar por coloretes en tonos melocotón anaranjados o dorados aporta un rubor natural y equilibra el tono. Si tu tono es más cetrino, apostar por un ciruela con matices rosados ayudará a contrarrestarlo.
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