Redacción. El diputado y dirigente de Libertad y Refundación (Libre), Rasel Tomé, envió un mensaje directo al coordinador general del partido, Manuel Zelaya Rosales, para exigir una profunda renovación interna.
Tomé pidió cambios estructurales y estratégicos que fortalezcan la organización y garanticen su relevancia política.
El dirigente advirtió que, si las autoridades actuales no implementan transformaciones significativas, el partido podría caer en la “inercia que nos lleva al abismo”.
En su carta, Tomé reconoció el papel histórico de Zelaya en la fundación y liderazgo de Libre. Sin embargo, subrayó que “las estructuras y liderazgos deben evolucionar para responder a nuevas realidades”. Además, señaló que los resultados electorales del 30 de noviembre obligan a realizar una autocrítica rigurosa.
Tomé indicó que la candidatura de Rixi Moncada, una técnica de gran valía, obtuvo solo un 19.30% del sufragio. Según él, esa cifra “no refleja el capital político que Libre debe representar”. Aunque reconoció factores externos que afectaron el resultado, afirmó que el propio partido también tiene responsabilidad en la derrota.
El dirigente advirtió sobre los riesgos de la personalización del poder. Citó el ejemplo del colapso del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia, causado por “la incapacidad de gestionar una sucesión de liderazgo que trascendiera la figura de un solo hombre”. Tomé agregó: “La pugna interna, alimentada por la personalización del poder, fracturó un movimiento que parecía invencible”.
Es la hora de los nuevos liderazgos. Es la hora de que la militancia y la dirigencia se levanten, no contra un hombre, sino contra la inercia que nos conduce al abismo. @PartidoLibre @MorenaLibreHN pic.twitter.com/eq6sUrF8w2
— Rasel Tome (@raseltome) December 12, 2025
Marginación dentro de Libre
Tomé también criticó el caso de Isis Cuellar en Copán. Explicó que a pesar de haber sido expulsada por acusaciones de corrupción vinculadas a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Cuellar continuó haciendo campaña con la bandera de Libre. Las autoridades, lejos de impedirlo, “hicieron oídos sordos”, dijo Tomé.
El dirigente criticó la marginación de varios liderazgos dentro de Libre, como Rafael Sarmiento en Olancho, relegado a una sexta posición a pesar de su capital político; Rudo Pastor, aspirante a alcalde en San Pedro Sula, quien destacó como ministro de la Presidencia; Oved López en Francisco Morazán, con limitadas oportunidades dentro de la estructura; y Silvia Ayala en Cortés, además de miles de dirigentes nacionales que se sienten ignorados en las bases.
Tomé afirmó que estas prácticas reflejan un modelo de conducción que “rechaza la crítica, reprime la renovación y castiga a quienes cuestionan las decisiones de la cúpula”.
El congresista reconoció que su carta desatará críticas. Sabe que lo llamarán “traidor” y recordarán su rol en la lista Engel, pero enfatizó que al menos dice las cosas de frente.

Posible expulsión
Tomé aseguró que muchos militantes y dirigentes reconocen en privado la necesidad de renovación. Por eso él “se atreve a articular en público” esta exigencia. Añadió que su compromiso es con “el pueblo y la militancia de mi amado Partido Libre” y que no teme “la parálisis del silencio”, sino que apuesta por “la acción valiente que asegure la trascendencia del partido”.
Finalmente, afirmó que si su honestidad le cuesta la expulsión, la aceptará “con honor”. No obstante, advirtió que “el silencio cómplice mientras nuestro proyecto político se erosiona no es aceptable”.
“Esta carta no es un acto de traición, sino un acto de lealtad suprema al futuro del Partido Libre y a la esperanza del pueblo hondureño”, concluyó Rasel Tomé.



