SAN PEDRO SULA. Ayer jueves, María Leiva asistió a la audiencia de declaración de imputado tras ser acusada de reclutar menores para fines delictivos en el occidente del país.
El juez que lleva el caso le decretó finalmente la detención judicial y decidió enviarla al Centro Penal de El Progreso, donde estará recluida y en espera de la audiencia inicial que se llevará a cabo el 7 de noviembre ante un juez de jurisdicción nacional.
Se dio a conocer que la mujer y sus cómplices tuvieron retenidas por varios días a tres jovencitas dentro de una cuartería en La Lima. Todo indica que Leiva le ofreció una mejor calidad de vida y a punta de engaños se las terminó llevando.
Se trata de las adolescentes: Jensy Paola Valladares, Justa Gabriela Canales Acosta y Leidy
Melissa Castro (de 12 y 13 años).
SU CAPTURA
La Fiscalía Especial de Protección a la Niñez, así como la Unidad Técnica de Investigación Criminal (ATIC), allanaron la casa de la sospechosa en la colonia Orellana, de Las Vegas, Santa Bárbara.
Las menores, dos de 12 años de edad y una de 13, salieron de sus casas el 13 de octubre, por lo que sus padres las buscaron en la escuela y no las hallaron.
Después que las autoridades fueran alertadas de la desaparición de las tres estudiantes, una de ellas publicó un video en las redes sociales en el que hablaban y aseguraban estar trabajando.
MUJER NEGÓ ACUSACIONES
En el minuto 3.06 del video se escucha la voz de una mujer que le dice a una de ellas: “Diga que está embarazada”, frase que expresó una de las niñas.
Elvis Guzmán, portavoz del Ministerio Público, dijo que, según las indagaciones, las niñas estuvieron en la vivienda de María Leiva. Quien era utilizada para reclutar a menores de edad y poder involucrarlas en la pandilla 18.
“Daban prácticamente clases para que los niños o niñas pudieran involucrarse en acciones delictivas”, informó. Según la Fiscalía, la señora apresada les ofreció a las tres niñas una buena vida con dinero. Por lo que ellas accedieron a grabar el video con la intención de que nadie las buscara.
En la casa allanada, los fiscales encontraron cuadernos del colegio que las niñas andaban el día que desaparecieron. Además, había recortes de periódicos en los que se informaba sobre el caso de las niñas. La noche del 23 de octubre, las tres menores fueron abandonadas en el desvío a Peña Blanca. Esto, en Santa Cruz de Yojoa, adonde pidieron auxilio y se comunicaron con sus padres. Luego, las llevaron a un centro de menores por estar en riesgo social.
