Redacción. La agencia estadounidense reguladora de la aviación civil volvió a dar autorización de despegue ayer viernes a los cohetes Falcon 9 de SpaceX, los más utilizados por la empresa, aunque la investigación que dio origen a la suspensión sigue en curso.
El miércoles antes del amanecer, un cohete Falcon 9 que transportaba satélites de Starlink -que presta servicio de internet satelital- despegó sin novedad desde Florida, al sur de Estados Unidos.
Luego de haber dejado su carga, la primera etapa del cohete volvió a la superficie terrestre para posarse sobre una plataforma en el mar. Este proceso, considerado la gran innovación de SpaceX, permite a la empresa reutilizar esta parte para reducir costos.
Pero un video de la maniobra mostró que la primera etapa se incendió al momento de aterrizar en la plataforma y luego cayó de lado. «Se volcó», confirmó la empresa del magnate Elon Musk en X, precisando que era el vuelo número 23 del aparato.
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Cohetes Falcon 9
La Administración Federal de Aviación (FAA) decidió el mismo día suspender estos vuelos y volvió a autorizarlos ayer viernes, aunque continúa la investigación del incidente.
En julio, otra suspensión de casi dos semanas se produjo por otro incidente, una fuga de combustible en la segunda etapa del cohete.
Los contratiempos han afectado el despegue de la misión Polaris Dawn, aplazada sin fecha y que tiene como objetivo la primera caminata espacial privada realizada por una tripulación totalmente civil.
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