Redacción. El ambicioso cohete Starship de SpaceX volvió a fallar. La nave, que despegó ayer jueves desde la base de Boca Chica, Texas, explotó en pleno vuelo apenas unos minutos después del lanzamiento, repitiendo el desenlace de la prueba realizada en enero pasado. Los escombros cayeron sobre Florida, obligando al cierre temporal de cuatro aeropuertos, incluido el de Miami.
El cohete, diseñado para vuelos de largo alcance y considerado clave en la visión de Elon Musk para la colonización de Marte, perdió contacto con SpaceX poco antes de completar su ascenso. «La etapa superior de la nave Starship para el vuelo 8 se perdió después de perder los motores y el control de la marea unos 20 segundos antes de completar su ascenso», informó la compañía en su cuenta de X.
La lluvia de restos sorprendió a residentes y conductores en Florida, quienes reportaron haber visto una «nave a la deriva» y una explosión en el cielo. Los aeropuertos de Miami, Orlando, Fort Lauderdale y Palm Beach tuvieron que cerrar temporalmente, generando retrasos de hasta 45 minutos en los vuelos.
La Administración Federal de Aviación (FAA) activó una respuesta de emergencia, ralentizando el tráfico aéreo y coordinando la contención de los escombros. La agencia ya había iniciado una investigación tras la explosión del vuelo de prueba de enero y ahora exige nuevamente a SpaceX un informe detallado sobre el fallo.
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Musk minimiza el desastre
Lejos de considerar el evento como un fracaso, Elon Musk respondió a las críticas asegurando que se trata de un «retroceso menor». En su cuenta de X, el magnate escribió: «El progreso se mide por el tiempo» y aseguró que el próximo cohete estará listo en «cuatro a seis semanas».
Cuando un usuario sugirió que el último vuelo «NO fue un fracaso», Musk coincidió y explicó que la explosión fue causada por una «falla de la nave». Sin embargo, enfatizó que el equipo aprendió mucho con este intento: «Pero aprendimos bastante al construir el nuevo diseño de la nave y el vuelo».
Musk también relativizó la dificultad de estos ensayos espaciales con un mensaje contundente: «Los cohetes son difíciles». Poco después, reforzó su visión de largo plazo al agregar: «No es fácil hacer que la vida sea multiplanetaria».
El futuro de Starship
La misión del Starship en este vuelo era realizar una trayectoria suborbital de aproximadamente una hora antes de amerizar en el océano Índico. Además, SpaceX planeaba desplegar cuatro satélites simulados de Starlink, lo que tampoco se logró.
El sistema Starship es la apuesta más ambiciosa de SpaceX para misiones tripuladas a la Luna y Marte. Así como para el transporte de satélites de gran tamaño. Sin embargo, con dos explosiones consecutivas en vuelos de prueba, las dudas sobre su viabilidad y seguridad continúan creciendo.
Mientras la FAA inicia una nueva investigación, Musk y su equipo siguen adelante con su proyecto. Es decir, convencidos de que cada intento fallido es solo un paso más hacia su objetivo final: la exploración espacial sin límites.
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