SAN PEDRO SULA, CORTÉS. La noticia de una mujer que sufrió un ataque de ansiedad cuando en el hospital, estando con su hijo gravemente enfermo, recibió la visita de un par de cobradores de Banco Azteca, causó revuelo en indignación en las redes sociales.
La nota publicada en Facebook llegó a más de 180 mil personas, casi mil veces fue compartida y más de 1,500 personas reaccionaron a la misma, además de 342 comentarios, en su mayoría dando ánimos y consejos a la acongojada mujer.
Algunos lo tomaron con humor, puesto que la institución bancaria tiene la fama de «buscar a sus deudores hasta abajo de las piedras», como lo dijo uno de los lectores.
Otros, en cambio, repudiaron totalmente la acción de los cobradores, puesto que, a su criterio, «hay lugar y momentos adecuados para llegar a buscar a una persona».
«¡Desgraciados! Hay momentos y lugares apropiados para realizar los cobros, ni que se estuvieran muriendo de hambre», dijo Emily López.
Algunos, incluso, sugirieron a la señora que demandara a los hombres que llegaron a buscarla hasta el hospital por «acoso» y «hostigamiento».
«¡Ella puede demandar por hostigamiento! Puede obtener a favor una demanda por daños a su salud», comentó Romero Chaly.
Lea la nota y vídeo: insensibles cobradores de Banco Azteca llegan a hospital en busca de una clienta
¿Hay cárcel por deuda?
Una de las mayores preocupaciones que afectó a la mujer fue que ella afirmó que los cobradores la amenazaron diciéndole que en caso de no pagar la deuda podría ir presa.
Ante ello, los indignados internautas desmintieron lo dicho por los empleados del banco, puesto que sí, es cierto, por deuda no hay cárcel.
«Esto es mentira, por deuda no hay cárcel, sino todo el país estuviera preso», afirmó Ariel Pacheco.
«Ella puede demandar esta empresa. No existe ley que diga que por una deuda puede ir a cárcel», dijo Vicky Mena Carbajal.
«Esa es la estrategia que ellos usan para intimidar, y es ahí cuando la gente entran en desesperación y depresion al que los lleva a cometer locuras como el suicidio», comentó Omar Reyes.
«A veces no es el banco el que hace eso, sino los cobradores que hostigan a la gente por las comisiones, porque ganan comisión por cada cliente que hagan que pague ese día», explicó un joven.
Endeudarse sin tener capacidad de pago
Por otro lado, algunos explicaron que los cobradores solo realizan su trabajo y que la señora, quien no brindó su nombre, no debió haber sacado un préstado de 9,000 si después no podría pagar la deuda.
«Si yo no tengo como responder a un préstamo, entonces, para qué me pongo un compromiso. Somos muy lujosos, no tengo que comer pero sí tengo un televisor, equipos de sonido o licuadora. Tengo deudas hasta los ojos, claro, pero no tengo como pagar. ¡Así somos en Honduras», señaló un hombre.
«El cobrador está haciendo su trabajo: hay una deuda, hay que cumplirla. Seguro cuando ella se endeudó pensaba que podía pagar y las cosas cambiaron por la situación que está pasando, pero tampoco es correcto tratar de insensible a alguien que llegó a buscar a su cliente. Lo único reprochable es si lo hizo de mala manera una vez estando allí», escribió Ligia Ortega.
No obstante, otros salieron en defensa de la mujer:
«Para los que comentan por qué saca préstamo si no paga, ¡No juzguen si no saben! ¿Quién quita que la señora perdió su trabajo ? Tal vez gastó el dinero para la salud delicada de su hijo. Seamos buenos samaritanos y en vez de juzgar oremos por ella», exhortó un usuaria.
Experiencias personales
Por último, muchos dijeron sentirse indentificados con la situación que atraviesa la mujer puesto que ellos también han pasado por lo mismo.
«Yo tuve crédito en ese banco y me atrasé en unas cuotas; pero pagué. Siempre me metieron a la central de riesgo. Además tuvimos problemas con un cobrador y fuimos a parar al juzgado. Ellos son unos perros, y sí es cierto que ellos lo amenazan a uno, no sé por qué los han permitido en el país», relató Mirna Álvarez.
«Pucha, ese cobrador es un arrastrado. Yo fui cobrador de Banco Azteca y no hostigaba a la gente. Hay que ser amable para que paguen, y el que no paga es porque no tiene», dijo Asly Noé.
