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sábado, enero 25, 2025

Claves para mantener una salud vaginal adecuada

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Redacción. Una higiene vaginal inadecuada puede tener consecuencias graves, como alterar la estructura del tejido vaginal, comprometer la fertilidad e incluso afectar el deseo sexual y la capacidad para experimentar el orgasmo.

Si hablamos de cómo sería una correcta higiene de la zona, debemos empezar por una limpieza suave de la vulva, un aspecto fundamental de la higiene íntima femenina y de la salud vulvovaginal en general.

La higiene diaria de la vulva (genitales externos), evita la acumulación del flujo vaginal, del sudor, la orina y la contaminación fecal, y es especialmente útil para mujeres con flujo vaginal oloroso. El lavado externo diario, además, puede reducir el riesgo de recurrencia de la vaginosis bacteriana.

Consejos 

Algunos de los consejos para cuidar la zona íntima femenina indicados por ginecólogos y obstetras serían las siguientes:

  • Realizar un lavado de la zona externa una vez al día (que pueden ser dos durante la menstruación), utilizando un jabón líquido hipoalergénico suave. Es una zona que prefiere un “agua jabonosa”, mejor que mucha cantidad de jabón aunque éste sea adecuado.
  • Evitar el uso de esponjas o toallas. Lavar la zona de la vulva solo con la mano y luego secar suavemente con una toalla.
  • Evitar el uso de jabón inadecuado, gel de ducha, exfoliantes, baños de burbujas, desodorantes, toallitas para bebés o duchas vaginales.
  • No usar polvos de talco.
  • Cambiar los tampones y las compresas con frecuencia.
  • Antes y después del coito, limpiar la vulva de delante hacia atrás.
  • Usar ropa interior holgada de algodón.
Una adecuada limpieza evita riesgo de bacterias.

Jabones íntimos 

Lo recomendable es lavar la zona externa una vez al día siempre utilizando jabones íntimos suaves e hipoalergénicos. Esta recomendación se debe a que nuestra zona vulvo-vaginal debe presentar unas condiciones de humedad, pH y flora bacteriana óptimas para evitar el riesgo de sufrir infecciones o de alteraciones de nuestra vida sexual.

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Una limpieza excesiva puede agravar los síntomas vulvares (por ejemplo, síntomas de dermatitis por contacto) o alterar las condiciones naturales de la zona íntima, especialmente pH y microbiota vaginal.

Debido a los riesgos asociados con el lavado interno, los lavados externos femeninos se consideran más apropiados para la salud íntima femenina.

Flora vaginal 

Además de las recomendaciones que proporcionan las sociedades ginecológicas, que hemos visto antes, existen otras buenas sugerencias para mantener en equilibrio la microbiota vaginal, como:

  • Cuidar la alimentación. Las dietas ricas en hidratos de carbono favorecen el crecimiento de bacterias patógenas en el tracto intestinal y urinario, por ello, modera su consumo. Entre los alimentos que sí se recomienda tomar regularmente para la microbiota vaginal estarían el yogur o productos fermentados, frutos secos, alimentos con fibra y ácidos grasos tipo Omega.
  • Beber una buena cantidad de líquidos diariamente, al menos 1,5 litros, que puedes obtener del agua, zumos vegetales naturales, infusiones o caldos. La hidratación facilita el equilibrio del pH en la zona genital, la conservación del moco cervical y la lubricación.
  • Evitar usar ropa demasiado ajustada, ya que la zona íntima es sometida a mayor calor y sudoración, más aún si la ropa es sintética.
  • Acudir al ginecólogo al menos una vez al año y en caso de notar cualquier cambio en el área genital, acudir enseguida a este especialista. El ginecólogo, en ocasiones, puede recomendarnos la ingesta de probióticos específicos para el área genital.
La limpieza diaria es fundamental.

Sequedad vaginal

La sequedad vaginal es un fenómeno muy común, principalmente se asocia a mujeres de edad avanzada tras la menopausia, aunque puede ocurrir en edades más tempranas. Normalmente, se produce por cambios hormonales, la toma de anticonceptivos orales, el uso de ropa interior sintética, el estrés o tratamientos oncológicos como la radioterapia, entre otros.

La vagina normalmente es elástica con una elevada humectación y, debido a los factores mencionados antes, se puede producir una disminución de la mucosa, menor lubricación e hidratación. Ello origina picor, dolor o incomodidad.

Cuando se presentan estos síntomas es recomendable buscar la orientación de un facultativo, quien podrá sugerir apropiadamente el uso de lubricantes, geles restauradores del pH o probióticos, hidratantes vaginales, como el ácido hialurónico local, o estrógenos tópicos.

Infecciones urinarias

La recomendación cuando se tiene una infección urinaria sigue siendo tener una higiene óptima del área íntima, lavar diaria y suavemente la piel que rodea la vagina y el ano (externamente), con productos adecuados para esto: jabón hipoalergénico, con pH balanceado, que no contenga perfume y que no afecte a la flora bacteriana natural. Usar otro tipo de productos como geles íntimos no es recomendable.

Así mismo, durante una infección urinaria se recomienda, junto al tratamiento que haya indicado tu médico, beber mucho líquido (sobre todo agua), orinar con frecuencia, y mantener una adecuada limpieza anogenital.

Los productos como desodorantes, tampones o toallas sanitarias con olor, geles íntimos perfumados, etc. no están recomendados para su uso en el área íntima.

Es importante resaltar que la zona íntima, debido a su estructura, humedad y flora bacteriana, tiene un olor característico, que debe ser monitoreado, ya que si cambia puede ser un signo de alteración de la mucosa vaginal. En estos casos se recomienda consultar con el médico o ginecólogo.

 

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