REDACCIÓN. Durante los últimos 23 años, las municipalidades hondureñas han enfrentado un problema creciente: la acumulación constante de deuda. Sin embargo, dos ciudades destacan significativamente por concentrar la mayor parte de este endeudamiento: el Distrito Central y San Pedro Sula.
Un nuevo boletín del Laboratorio de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) revela que ambas alcaldías concentran cerca del 80 % de la deuda total de los gobiernos locales del país, la cual supera los 29 mil millones de lempiras.
Sergio Zepeda, coordinador del laboratorio, advierte que gran parte de esta deuda no se ha reflejado en obras de infraestructura que permitan un verdadero desarrollo urbano. “Mucho de este endeudamiento no se visualiza principalmente en infraestructura que permita salir del estancamiento”, afirmó el economista.
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El informe también señala que, en lugar de impulsar proyectos que transformen las ciudades o estimulen la economía local, muchos de estos fondos han sido destinados al gasto corriente. Tales como sueldos, contratos administrativos y mantenimiento básico. Esta práctica, según Zepeda, limita severamente el crecimiento y las oportunidades de desarrollo en los municipios.
A ello se suma una práctica que genera preocupación: aunque la Ley de Municipalidades establece que las alcaldías deben contraer deudas dentro de su período legal de cuatro años, muchas de estas obligaciones se extienden a largo plazo con la aprobación del Congreso Nacional. El resultado es que las nuevas administraciones heredan compromisos financieros que reducen su capacidad de acción.
En el caso del Distrito Central y San Pedro Sula, ambas ciudades enfrentan serias limitaciones para impulsar transformaciones urbanas. Pese a ser los principales centros urbanos del país, sus deudas no se traducen en mejoras visibles como una mejor movilidad, acceso a servicios básicos, seguridad o calidad de vida para sus habitantes.
Zepeda advierte que esta situación pone en riesgo la sostenibilidad financiera de las municipalidades. “Las corporaciones municipales quedan con poco margen para seguirse endeudando”, puntualizó.
El uso desmedido de deuda para sostener gastos rutinarios amenaza con hipotecar el futuro de las principales ciudades hondureñas. Esto, en un contexto donde la inversión local podría ser un verdadero motor para el crecimiento del país.