Redacción. Existe una ciudad que prohíbe a sus habitantes escuchar a Karol G, Maluma, Feid y otros reguetoneros. Se trata de un poblado donde está prohibido escuchar reguetón en una fecha específica.
La Línea de la Concepción es un municipio español del sur de la provincia de Cádiz, en la comunidad autónoma de Andalucía. Perteneciente a la comarca del Campo de Gibraltar, al sur de España, en el municipio no se puede escuchar música urbana un domingo al año.
Tal día se conoce como el Domingo Rociero, una festividad religiosa que se celebra el primer domingo de la Feria de Andalucía. La fiesta de este año se llevó a cabo el pasado 14 de julio en las calles del centro de la ciudad.
Según información de diversos medios españoles, desde el año 2019, el alcalde de La Línea de la Concepción decidió prohibir el reguetón en espacios públicos durante esta celebración con el objetivo de preservar la solemnidad y el carácter tradicional de la fecha.
Sin embargo, hay algunos géneros musicales que sí se pueden escuchar. «Nos vimos obligados a sacar un bando donde dejaba claro y concreto qué tipo de música se podía escuchar: rociera, flamenca y similar», dijo una habitante al medio La Vanguardia.
Así se celebra el Domingo Rociero
Durante elDomingo Rociero en La Línea de la Concepción, la parroquia de la Inmaculada Concepción ofrece la tradicional Misa Rociera. Por otra parte, los dueños de los bares y restaurantes del centro de la ciudad instalan barras a las puertas de sus negocios para atender a los habitantes y la música toma protagonismo para generar ambiente.
Tras la fiesta en el centro, la actividad se traslada hasta las casetas del recinto ferial; un total de 18 entre familiares, populares y de la juventud para que cada habitante o visitante de otros poblados pueda encontrar el ambiente que busca.
El origen del Domingo Rociero
«A finales de los años 60, la principal atracción del domingo de feria era el paseo de los caballistas por la calle Real y que se sometían al criterio del jurado situado en la entrada del Círculo Mercantil. La habitual misa dominical comenzó a tornarse cada vez más rociera dado el carácter festivo de la fecha; también porque en aquellos años comenzaba a gestarse la que luego sería la Hermandad del Rocío de La Línea», según información del sitio EuropaSur.
«Cuando terminaba la misa, la fiesta se trasladaba a la calle Real, que cada año ganaba en gente y ambiente. La iniciativa de la familia Villar de ofrecer una copita de vino a todo el que pasara, junto a los altavoces que Cañizares sacaba a la calle con discos de sevillanas y las ganas de pasarlo bien, hicieron que cada año esta fiesta fuese a más hasta quedar plenamente consolidada», explica el citado medio.