Redacción. Cirujanos plásticos del Hospital Escuela de Tegucigalpa lograron, después de una exitosa operación, reconstruir la oreja de un niño de 11 años que resultó herido tras ser atacado por tres perros de raza pitbull en Tegucigalpa.
El menor fue agredido salvajemente por los canes de su vecino en la colonia Kennedy de la capital, por lo que fue trasladado de inmediato al Materno Infantil. Aunque el daño afectaba ambas orejas, la izquierda apenas pendía de un hilo, prácticamente a punto de perderse.
Gracias a la oportuna intervención de los especialistas en cirugía reconstructiva, lograron salvarle la oreja. Al despertar de la anestesia, el pequeño le preguntó a su madre si aún tenía sus dos orejas y ella le respondió que sí.

El cirujano plástico Carlos Gonzáles expresó que «el paciente ingresó el pasado jueves con dos mordeduras de perro, una en cada pabellón auricular. Sin embargo, la más compleja fue la del lado izquierdo, que tenía una lesión con pérdida de los pedículos superiores que irrigan la oreja.
«Es así que lo que hicimos fue una reconstrucción por planos, reposicionando los cartílagos auriculares y se cerró la piel», añadió.
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Supervisión y vigilancia
Asimismo, el doctor Gonzáles comentó que, de ahora en adelante, se vigilará la sobrevivencia de los dos tercios superiores de la oreja izquierda del menor. También explicó que, en estos casos, lo ideal conviene aplicar una terapia con cámara hiperbárica para mejorar la perfusión sanguínea y el oxígeno en el área aún comprometida.
A pesar de que los próximos días serán cruciales para la recuperación del niño, le favorece no presentar enfermedades de base, como diabetes o hipertensión. Estas suelen alterar la microcirculación en los tejidos.
Por su parte, la madre del paciente expresó su agradecimiento al hospital, al personal de enfermería y a los médicos que operaron a su hijo. Aseguró que, considerando la gravedad del ataque de los perros, su hijo se ha recuperado rápidamente y los galenos lograron salvarle las orejas.

Los especialistas a cargo del caso comentaron que el pequeño no perderá la capacidad auditiva, ya que el órgano responsable de esta función es el oído interno.
Tras este acontecimiento que puso en riesgo la vida del menor, de tan solo 11 años, la familia y vecinos de la colonia Kennedy piden al dueño de los caninos que los retire del vecindario debido al peligro que representan.