REDACCIÓN. Una tragedia sacudió a la comunidad hondureña en los Estados Unidos el pasado domingo 2 de marzo, cuando cinco jóvenes perdieron la vida en un trágico accidente de tránsito ocurrido en el condado de Lee, en Carolina del Norte.
De acuerdo con los informes de las autoridades locales, el vehículo en el que viajaban los jóvenes, un Dodge Charger, circulaba a gran velocidad cuando el conductor perdió el control, saliéndose de la carretera y estrellándose contra un árbol.
Las víctimas, de entre 17 y 19 años, eran en su mayoría originarias de Honduras. Todos ellos fallecieron en el lugar del accidente, y algunos de sus cuerpos quedaron atrapados dentro del vehículo, lo que dificultó su rescate. El impacto ha dejado un vacío profundo en las familias y amigos de los jóvenes, quienes ahora enfrentan el dolor de la pérdida mientras luchan por gestionar los trámites necesarios para repatriar los cuerpos a Honduras.
Osiris Mabel Muñoz, de 17 años, fue una de las víctimas fatales. Originaria de Honduras, Osiris había emigrado junto a su padre a los Estados Unidos a los 15 años, en busca de un futuro mejor. Sus seres queridos recuerdan a Osiris como una joven alegre y llena de sueños. Su familia, devastada por su partida, ahora se enfrenta al difícil desafío de gestionar su repatriación a Honduras.
Otro de los fallecidos fue Johan Acosta Romero, quien había llegado recientemente a Estados Unidos. La tragedia ha dejado a su familia en Honduras completamente destrozada. Actualmente, sus seres queridos están buscando apoyo para poder repatriar su cuerpo y darle el último adiós en su país de origen.
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Entre las víctimas también se encontraba Josué Díaz, conocido como «Chino» entre sus amigos. La familia de Josué ha comenzado una campaña de recaudación de fondos a través de GoFundMe, con el objetivo de reunir el dinero necesario para trasladar su cuerpo a Honduras. La partida de «Chino» ha dejado una profunda tristeza en su comunidad, que lo recordará por su amabilidad y su espíritu generoso.
Jonathan Posadas, quien según las primeras investigaciones podría haber sido el conductor del vehículo, también falleció en el accidente. Las autoridades, sin embargo, han solicitado a la familia esperar los resultados de las pruebas en curso antes de confirmar si Jonathan estaba al volante al momento del siniestro.
Finalmente, Skarleth Rivas, quien vivía en Carolina del Norte con su tía, fue otra de las víctimas. Los allegados de Skarleth han solicitado el apoyo de las autoridades hondureñas para poder repatriar su cuerpo a Honduras, y poder así darle un adecuado despedido en su tierra natal.
A pesar de la tragedia, hasta el momento la Cancillería de Honduras no se ha pronunciado oficialmente sobre el accidente. Mientras tanto, las familias de las víctimas continúan luchando para cubrir los gastos de repatriación y recibir el apoyo necesario para poder superar este difícil momento.
