Redacción. La situación de inseguridad en la capital ha alcanzado niveles alarmantes, llevando a la suspensión de al menos seis puntos de transporte público en diversas zonas de Tegucigalpa y Comayagüela debido a las constantes amenazas de extorsión.
Los conductores y trabajadores del transporte se han visto obligados a cesar operaciones ante el temor por sus vidas y las de sus pasajeros, ya que las extorsiones por parte de bandas criminales se han intensificado en las últimas semanas.
De acuerdo con el dirigente del transporte urbano, Wilmer Cálix, los puntos afectados incluyen rutas importantes de buses y microbuses que comunican a los barrios periféricos con el centro de la ciudad, afectando a miles de usuarios diariamente.
«Es lamentable que seis puntos de transportes no estén brindando los servicios a la población debido al cobro de extorsión. Hay puntos de la capital que pagan hasta seis veces en un mes el cobro de extorsión. Sumado a esto, los aguinaldos que están pidiendo este mes», dijo Cálix para HCH.
Cierre de puntos de transporte
El cierre de estas rutas ha distorsionado el flujo de transporte, obligando a los pasajeros a buscar alternativas más costosas o menos seguras.
Según testimonios de los afectados, las extorsiones han sido cada vez más frecuentes y violentas en Honduras.
Las bandas criminales exigen pagos diarios a cambio de «protección», amenazando con incendiar unidades o incluso con la muerte de los conductores y sus familias en caso de no cumplir con las demandas.
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Por otra parte, los conductores de las rutas afectadas han expresado su frustración, alegando que no solo enfrentan el riesgo de ser víctimas de delitos. Además, se ven obligados a dejar de trabajar por miedo a represalias.
Varios mencionaron que la presión es tal que prefieren suspender temporalmente su servicio que arriesgarse a ser atacados.
Falta de respuesta de las autoridades
Aunque las autoridades locales han reconocido la gravedad de la situación, la respuesta parece insuficiente para garantizar la seguridad de los trabajadores del transporte. A pesar de los operativos de seguridad, la extorsión sigue siendo un problema recurrente que afecta a múltiples sectores, incluyendo el transporte público.
Los pasajeros también se han visto afectados por esta crisis. Muchos han expresado su malestar por los retrasos y la escasez de unidades disponibles, lo que genera largas colas y una mayor congestión en el transporte alternativo, como taxis y aplicaciones de transporte privado.