Tecnología. Científicos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, desarrollaron robots ‘vivos’ utilizando hongos. Estas máquinas usan señales eléctricas naturales producidas por los hongos para responder de manera más eficaz a su entorno.
El equipo dirigido por el profesor Robert Shepherd incorporó hongos directamente en los componentes eléctricos de los robots. Esto permite que ellos detecten y respondan a estímulos -como la luz- de una manera más eficaz. Según Science Robotics, el avance representa un importante progreso en la combinación de biología y tecnología.
El grupo de investigadores cultivó las redes filamentosas de hongo, conocidas como micelio, que tienen la capacidad de detectar, transmitir señales y transportar nutrientes similar a como funcionan las neuronas en el cerebro.
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Aunque el término «robot» no es del todo preciso para describir estas creaciones, ya que son impulsadas por el micelio en lugar de una seta. El micelio juega un papel crucial en su funcionamiento, al igual que las raíces de una planta.
Mecanismo
Andrew Adamatzky, profesor de informática experimental en la Universidad del Oeste de Inglaterra en Bristol, que trabaja en la creación de computadoras basadas en hongos, señaló que aún se desconoce el mecanismo exacto por el cual los hongos generan señales eléctricas.
«Nadie lo sabe con certeza», afirmó Adamatzky, que no participó en la investigación, pero la revisó antes de su publicación. «Esencialmente, todas las células vivas producen picos similares a los potenciales de acción, y los hongos no son una excepción», agregó.
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Todo un reto
Para el equipo de investigadores fue todo un reto diseñar un sistema que pudiera detectar y usar las pequeñas señales eléctricas de los hongos para controlar el robot.
«Hay que asegurarse de que el electrodo toque en la posición correcta porque los micelios son muy finos. No hay mucha biomasa», explica el autor principal, Anand Mishra, investigador postdoctoral asociado del Laboratorio de Robótica Orgánica de Cornell. «Luego los cultivas y, cuando los micelios empiezan a crecer, envuelven el electrodo».
Mishra desarrolló un sistema que mide la actividad eléctrica de los micelios y convierte estos datos en señales digitales para controlar las partes móviles del robot. Gracias a este sistema, los robots podían moverse y girar en respuesta a los picos eléctricos producidos por el micelio. Además, al exponerlos a luz ultravioleta, cambiaban de dirección y velocidad, demostrando su capacidad para reaccionar a los estímulos del entorno.