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jueves, abril 18, 2024

Ciclista uruguayo vive una «pesadilla» en San Pedro Sula

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Honduras. Tabaré Alonso, ciclista uruguayo, fue víctima de una confusión o de la delincuencia de este país, ya que la bicicleta con la que recorre varios países de América ha desaparecido.

Alonso ha manifestado que «por un descuido» de él le llevaron su medio de transporte del estacionamiento del hotel en el que se hospedaba. Sin embargo, lo más lamentable es que en ella estaban otras pertenencias que incluyen sus recuerdos de dos años de travesía desde que salió de Uruguay.

La meta de Tabaré es llegar hasta Alaska, pero antes debe atravesar lo que resta del continente hacia su destino.

Por lo anterior él espera que le devuelvan a América (como llama a la bicicleta), ya que no es de alto valor económico, y con ella pretende continuar su sueño.

La denuncia ha sido puesta en la Policía Nacional, y Tabaré agradece a ellos y a amigos ciclistas que le han ayudado a buscarla, pero sin éxito aún.

A pesar de lo sucedido, el suramericano agradece el calor y cariño que le han brindado los hondureños.

Aunque es seguro que si no recupera lo perdido, se llevará un mal recuerdo de Honduras.

Alonso se expresó con impotencia en su cuenta de Facebook, aquí el texto completo:

NOS ROBARON NUESTRA BICICLETA AMÉRICA
En San Pedro Sula, Honduras, que tristeza y que impotencia siento… Nuestra bicicleta, con todo mi equipaje.
Un amigo de San Pedro me decía: Tabaré, quédate en la mejor habitación del hotel West Bay aquí en la ciudad … yo te la pago. -¿estas seguro? -Sí sí.
Entonces pregunto en recepción -¿donde puedo dejar la bicicleta? y me dicen: – en el estacionamiento.. pero tuve una corazonada y les pregunto si puedo entrarla al cuarto y me dicen que no. Insisto, y me dicen que nunca ha faltado ni se ha perdido nada… -Aquí nunca han robado, puedes dejarla tranquilo.
Entonces decidí confiar (siempre lo hago) Así que dejo a América en el estacionamiento con mis alforjas (tomé solo lo necesario para pasar la noche).
Ya en la madrugada me despierto preocupado, con un mal presentimiento, y esa idea en mi mente de que había cometido un error… Así que me levanto, y lo primero que hago es ver si la bicicleta está bien…, y ahí estaba todo, 9:30 am vuelvo a bajar de la habitación y voy al estacionamiento para continuar mi viaje, y otra vez esa imagen. La misma que en Manaos- Brasil, NO ESTABA LA BICICLETA. 
Pregunto al cuidador, y la había visto hace 30 minutos, pero él salió a comprar recarga para el teléfono… a los minutos llegó el dueño del hotel West Bay, ya estábamos todos en «shock».
¿Cuanto cuesta la bicicleta? es lo primero que pregunta.. le respondo, no importa. Es fácil darse cuenta de que es una bici económica, muy económica. Pero es mi bicicleta, NUESTRA BICICLETA AMERICA… el medio de transporte que elegí para cumplir mi sueño y en que ahora también viajaba el sueño de cientos de amigos y hermanos que hemos hecho durante el camino.
Yo no quería decir nada, estaba en silencio solo mirando como luego comenzaron a buscar culpables, el encargado, el recepcionista, por qué no hay cámaras, etc… Así que vamos con el encargado del hotel a la primera estación de Policía.
El oficial toma mi declaración y se siente un poco confuso, pues no es común recibir denuncias por robo de bicicletas… a lo que me dice con un poco de pena: Señor, nunca hemos recuperado una bicicleta robada.
Yo realmente siento que puedo recuperar mi bicicleta, la maleta no creo que pueda recuperarla porque solo tenía ropa, una hamaca y pocas cosas más, sin valor económico, pero si con gran valor sentimental porque tenía recuerdos que mis amigos de todas partes me han dado desde que salí de Uruguay hace dos años y seis meses. 
Eran objetos simples, sin mucho valor económico, eran solo recuerdos, incluso algunos amuletos de protección que me han dado mis madres adoptivas, tenía mi Biblia, el manuscrito de mi libro, fotos, mis pinturas (imagino que las habrán tirado) pero no importa, en este momento solo quiero recuperar a nuestra América.
Me quedaré en San Pedro Sula, Honduras hasta recuperarla. Es una bicicleta normal, sin valor económico, pero es especial. Ella fue la que me trajo hasta Centro América.
Solo nuestra América es quien tiene esa magia para conectar con cada país que recorremos… Nuestra bicicleta guarda la historia de miles de sueños, las letras de muchos niños y amigos que has escrito sus nombres sobre ella. Nuestra bicicleta América guarda en sí misma el polvo sagrado de cada suelo, de cada aldea, de cada ciudad, la arena y las marcas de sal que le ha dejado el Caribe.
NO PUEDO PERDERLA, al menos no de esta forma. Yo reconozco que fue mi culpa por ser tan confiado, por dejar algo tan importante afuera mientras yo dormía tranquilo… fui un tonto y un irresponsable con nuestra América, pero vamos a encontrarla para poder seguir avanzando hacia nuestro destino Alaska junto a ella.
Pensaba irme mañana de San Pedro Sula, pero nos quedaremos hasta recuperarla. COMIENZA LA BÚSQUEDA.

Postdata: Si alguien tiene información de la bicicleta, comuníquese a www.instagram.com/tabarealonso o al grupo Viajando por América en Bicicleta con Tabaré Alonso.

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