Redacción. Dan Geiger, un ciclista de Manhattan, terminó hospitalizado durante dos días tras ser mordido por una serpiente venenosa que intentó salvar en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Mientras pedaleaba por Palisades Cliffs, Geiger vio una copperhead (serpiente cabeza de cobre) inmóvil en la acera. Temiendo que algún coche la atropellara, se detuvo para ayudarla.
“La empujé”, contó a Fox News, señalando que la serpiente parecía “letargada” y no reaccionaba. “Simplemente la empujé de nuevo… Supongo que mi mano estaba demasiado cerca de su cabeza, y me mordió con precisión y velocidad”.
La mordedura le provocó una inflamación severa en uno de sus dedos, que se tornó de un tono morado oscuro, como mostraron imágenes publicadas por el New York Post. Dos transeúntes llamaron al 911, y una ambulancia lo trasladó rápidamente al Hackensack University Medical Center, donde un equipo especializado en toxicología lo atendió de inmediato.
Lo salvaron
Los médicos administraron antiveneno para prevenir daños permanentes. “Una vez que se administra el antiveneno, creo que la gente espera que sea como una cura milagrosa donde de repente todo vuelve a la normalidad”, explicó la Dra. Daria Falkowitz, directora de Toxicología Médica del hospital.
Geiger permaneció en observación durante dos noches. Aunque ya recibió el alta, deberá evitar usar la mano afectada por al menos una semana, informó el centro médico.
A pesar de que los ataques son poco frecuentes, las serpientes venenosas habitan en los alrededores del condado de Bergen. “La mayoría de las veces evitan a las personas”, indicó la Dra. Falkowitz. “Es más riesgoso para niños pequeños y mascotas, a quienes conviene mantener alejados y evitar tocarlos”.
Este caso se suma a otros encuentros recientes con serpientes en Nueva York. El verano anterior, trabajadores del Departamento de Agua de Albany encontraron una serpiente de 4.2 metros mientras reparaban una línea en Tivoli Preserve, en la capital estatal.
En junio de 2024, se reportaron múltiples apariciones de serpientes en zonas urbanas. En Brooklyn, un hombre de 63 años fue mordido por un ejemplar no venenoso que descubrió en su bañera. Ese mismo mes, una boa constrictor de 1.5 metros escapó de una jaula en un apartamento del Upper West Side. Días más tarde, alguien capturó otra serpiente en la calle 47, cerca del Rockefeller Center. Otra apareció deslizándose desde debajo del asiento de un camión U-Haul en el Bajo Manhattan.
Incidentes con animales
Aunque la ley prohíbe el tráfico y la posesión de animales exóticos, los incidentes continúan. En 2022, un hispano de Queens fue arrestado por intentar ingresar a Nueva York desde Canadá con tres pitones escondidas entre las piernas. Unos meses antes, otro residente entregó a la policía un cocodrilo que ya no podía “cuidar” en su casa de Long Island.
En 2021, las autoridades rescataron una puma de 80 libras del apartamento de una mujer en El Bronx. Nueva York ya ha enfrentado peligros similares antes: en 2003, un tigre de 350 libras y un caimán fueron retirados de un apartamento en Harlem después de que el felino atacara a su dueño.