ALEMANIA-.Las manifestaciones contra la cumbre del G20 derivaron hoy en disturbios violentos. Las protestas la protagonizaron grupos de la izquierda radical y antisistema, en un Hamburgo asfixiado por el cúmulo de protestas. Estas fueron convocadas ante la cita de los líderes de las países más poderosos del mundo, que se abre formalmente mañana.
La presencia de un millar de encapuchados en el grueso de la marcha bautizada como “Welcome to Hell” -”Bienvenido al infierno”- decidió a los efectivos antidisturbios a detener la manifestación y hacer uso de cañones de agua a presión para dispersarlos.
Se produjeron los primeros lanzamientos de objetos contra los antidisturbios, que actuaron para deslindar a los grupos de violentos del resto de manifestantes, en su mayoría pacíficos.
La policía informó a continuación de la quema de un automóvil y de la agresión sufrida por su portavoz, Timo Zill. Esto ocurrió cuando realizaba unas declaraciones a un medio, pero poco después comenzaron los incidentes más graves. Esto con ataques a los agentes, barricadas y la rotura de escaparates y mobiliario urbano.
“Tienen secuestrados los derechos ciudadanos por un grupo que no representa a nadie, más que al capital”, comentaba a Efe, Andreas Blechschmidt, miembro del colectivo “Rote Flora”.
“Es verdad, no nos contentamos con protestar contra el G20: queremos impedir que se celebre”, admitió Blechsmidt. El es el rostro más mediático del colectivo, que explicaba sin tapujos los objetivos de su marcha.
Hasta 8.000 manifestantes dispuestos a la violencia estimaban los servicios de seguridad alemanes. Estos podían desplazarse a Hamburgo con motivo de la cumbre de los poderosos y emergentes. Ellos con Angela Merkel como anfitriona y el estadounidense Donald Trump y el ruso Vladímir Putin entre sus asistentes.
Más de 19.000 agentes forman el dispositivo policial desplegado en esta ciudad hanseática alemana. Ellos tienen como objetivo proteger la cumbre, sea de ataques terrorista o de alborotadores.
Crítica al G20
“Es absurdo que la única manifestación a la que se ha autorizado a llegar hasta las puertas del recinto ferial sea ‘Welcome to Hell’. En cambio se haya prohibido nuestra acampada”, protestaba Werner Rätz, del movimiento ATTAC. El es un veterano en acciones de protesta contra las citas de los poderosos.
El centro de la ciudad, de 1,7 millones de habitantes, aparecía en la víspera de la cumbre prácticamente desierta.
En todo el barrio de St Pauli, el corazón combativo de Hamburgo,solo se veía policía, manifestantes o periodistas.