Chicharito confirma que toda la selección mexicana acudió a la fiesta esa noche

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Dinamarca.– Javier Chicharito Hernández ha afrontado un asunto de alta tensión en la selección mexicana. El delantero ha confirmado la información publicada este viernes por EL PAÍS.

Afirmó que todos los integrantes del combinado asistieron a la polémica fiesta en una casa de lujo en ciudad de México.

Asimismo el exjugador del Real Madrid dijo que únicamente el portero Jesús Corona no asistió a su cumpleaños.

Este evento privado se ha convertido en un quebradero de cabeza. Un medio mexicano afirmó que se había tratado de una fiesta de solo nueve jugadores con 30 prostitutas.

La celebración fue planeada por los tres capitanes del equipo Rafael Márquez, Andrés Guardado y Guillermo Ochoa en Las Lomas, una zona lujosa en Ciudad de México.

La reunión se llevó a cabo el sábado 2 de junio, después de la despedida de la selección contra el combinado de Escocia, y la invitación se hizo a todos. “O todos o ninguno”.

«Yo invité a todos los jugadores para que pudieran asistir», ha dicho Hernández este domingo desde Dinamarca en una transmisión en Facebook.

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El jugador hizo un en vivo en su red social para aclarar toda confusión.

Por su parte la revista de prensa rosa, TV Notas, había señalado que a la reunión entre futbolistas en su día libre habían asistido 30 escorts, o prostitutas.

Por otra parte esa versión había sido desmentida por diversas fuentes consultadas por este diario. «Jamás hubo escorts. No se pagó para ningún tema similar.

Es hasta una falta de respeto para todos los invitados que estuvieron ahí», comentó Chicharito, que viaja mañana a Rusia con el resto de los seleccionados. «No hicimos algo absolutamente malo», dijo el atacante.

La publicación de fotografías de Guillermo Ochoa; Héctor Herrera, Jesús Manuel Corona, Jesús Gallardo, Marco Fabián; Carlos Salcedo, Raúl Jiménez, Giovani y Jonathan Dos Santos provocó grietas entre la concentración de México.

Entre los futbolistas que querían repartir culpas y los que prefirieron cuidar sus propios intereses.

«Era una fiesta para cerrar filas, unir al grupo, llegar bien», había mencionado uno de los asistentes cercanos al círculo de los seleccionados.

La mayor molestia fue por el caso de Herrera. El mediocampista del Oporto dejó los entrenamientos en Copenhague para viajar hacia Portugal para hablar con su familia. Durante los días pasados, el futbolista consideró no asistir al Mundial por ese asunto.

Redacción: Maybelline Lanza