Redacción. El Chelsea escribió una nueva página dorada en su historia este domingo al coronarse campeón de la primera edición del Mundial de Clubes, derrotando con contundencia 3-0 al París Saint-Germain (PSG) de Luis Enrique en el estadio MetLife de Nueva Jersey, Estados Unidos.
En una impresionante demostración de fútbol, los londinenses impusieron su dominio desde el primer minuto, dejándole claro al mundo por qué son uno de los clubes más importantes a nivel global.

A pesar de que el PSG, considerado favorito por las apuestas, contaba con una plantilla estelar, el Chelsea jugó un partido casi perfecto. El equipo inglés desconectó completamente a los dirigidos por Luis Enrique, dominando el juego de principio a fin.
El equipo inglés aprovechó sus oportunidades y dejó claro que su proyecto futbolístico ha alcanzado un nivel de madurez que le permitió hacerse con el primer Mundial de Clubes, un trofeo que les faltaba para completar su palmarés internacional.
Con esta victoria, los ‘Blues’ entran en la historia como los primeros campeones de un torneo organizado por la FIFA con 32 equipos. Este logro consolida su lugar entre los grandes del fútbol mundial.
Actuación sobresaliente de Cole Palmer
El gran héroe del partido fue el mediocampista británico Cole Palmer, quien brilló con un doblete en los primeros 30 minutos del encuentro.
A los 22 minutos, Palmer aprovechó un error defensivo del PSG y, con una gran definición de zurda, venció a Gianluigi Donnarumma para poner a su equipo 1-0 arriba. No pasó mucho tiempo hasta que el mediocampista repitiera la jugada, nuevamente con una acción muy similar, anotando su segundo gol a los 30 minutos para poner el 2-0.

Justo antes de finalizar la primera mitad, el brasileño João Pedro sentenció el encuentro al marcar el tercer gol a los 43 minutos, superando nuevamente al portero italiano para establecer el definitivo 3-0.
Total dominio
A pesar de los intentos del PSG por reaccionar en el segundo tiempo, adelantando sus líneas en busca de un gol que los metiera en el partido, se encontraron con un muro defensivo del Chelsea, que se mantuvo sólido durante todo el encuentro.
Enzo Maresca, entrenador del Chelsea, supo gestionar a sus jugadores con inteligencia, y el equipo defendió con firmeza cada intento de los parisinos.
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El marcador no se movió más, y el pitido final desató la euforia de los 81,118 espectadores que colmaron el estadio. La fiesta de los aficionados del Chelsea comenzó, celebrando el primer Mundial de Clubes de la historia para el club.
Este título no solo representa un trofeo más para la vitrina del Chelsea, sino que marca un antes y un después en su historia. Los «Blues» demostraron que no solo son una potencia europea, sino también una fuerza imparable a nivel mundial.