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miércoles, abril 24, 2024

César Silva y su experiencia en la caravana: «Separar el periodista del ser humano, lo más difícil»

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. El reconocido periodista César Silva le relató a Diario TIEMPO la realidad que se vive en la caravana de migrantes.

Como parte de un trabajo periodístico, César Silva se adhirió en la caravana de migrantes desde el pasado 17 de octubre Y retornó a Honduras el 1 de noviembre.

Él, en compañía de su camarografo Jorge Palacios, vivieron en «carne propia» las dificultades que acompañan la caravana.

Es por ello que Silva detalló su experiencia vivida, no solo como periodista, sino también como ser humano.

Silva es periodista del medio de comunicación UNE TV, él y Jorge Palacios (camarógrafo) iniciaron la transmisión desde Ocotepeque, Honduras.

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El periodista versus el ser humano 

Pese a que el comunicador llevaba como misión realizar un trabajo de campo para el medio en que labora, asegura que lo más difícil para él fue despojarse del «César humanitario».

Desde el punto de vista periodístico, Silva aseguró que es una experiencia difícil de repetir debido a que un evento de tal magnitud y trascendencia no se da a diario en el país.

«Separar el periodista del ser humano fue la tarea más difícil en toda esta trayectoria», aseguró.

Migrantes vivieron desesperanza 

Tecún Umán es el lugar en el que los hondureños vivieron por primera vez desde que partió la caravana; desesperanza total.

Según Silva, la desilusión acompañó a los migrantes al sentir que su sueño acabaría luego de que en la frontera entre Guatemala y México se les negara el paso.

«Ahí creímos que México iba a abrir la frontera, pero fue un engaño», aseveró Silva.

Como parte del engaño, inicialmente «vimos que pasaron 360 personas por migración y para sorpresa a las 24 horsa siguientes migración dijo que 360 personas habían pedido retornar a Honduras».

Silva descartó que esa versión sea cierta, para Silva, esas personas fueron engañadas, ese es el caso de «el niño símbolo de la caravana», Mario Castellanos, ya que también fue deportado.

La gente se percató de la farsa que montaron las autoridades y eso los orilló a cruzar la frontera entre Guatemala y México por el río Suchiate.

«Vi como padres cargaban a niños tan pequeñitos de 4 o 5 años, incluso meses de nacidos, con el agua en el pecho», relató Silva.

Se involucraron en la caravana 

César Silva contó que como acto de solidaridad, él y su compañero acompañaron a la caravana a pie.

Asimismo, durmieron en la calle y estuvieron a la expensas de los pobladores guatemaltecos y mexicanos que les regalaban comida a los migrantes.

Lo anterior, pese a que el medio en el que laboran les había dado los recursos necesarios para dormir en un hotel.

Seguidamente, en tono de impotencia e indignación, Silva recordó la fuerza con que la gente seguía adelante sin desmayar en el camino.

La ilusión de vivir una vida lejos de la miseria, la delincuencia, la corrupción e impunidad en Honduras, les impulsaba a continuar el trayecto.

Boleto sin regreso

Para el comunicador fue conmovedor ver a madres con sus hijos en brazos, niños cansados y adultos mayores a paso lento.

«Miré un pueblo que hacia todo un río de personas; miré la inundación de lágrimas de madres que dejaron sus hijos»

Es por ello que Silva catalogó ese esfuerzo como un «boleto sin regreso», refiriendose a que estas personas desconocen lo que les depara al llegar a su destino.

Por otro lado, el periodista aseguró que «nadie organizó la caravana, nadie le paga a esa gente». Esto, luego de vivir de cerca todas las vicisitudes que conlleva la caravana.

Campaña férrea

«También había una campaña férrea en Honduras. Muchos medios electrónicos decían que la caravana se había desintegrado, cuestión que nunca fue verdad» dijo enérgicamente Silva.

Según continuó diciendo, «la gente nunca se detuvo, avanzamos con ellos. Luego de ello, la gente empezó a pedir ‘aventón’ ahí se ve la solidaridad de la gente».

La gente decidió no abordar la «bestia» (tren), porque estaban conscientes que ahí se terminaba la caravana. Además, hay riesgo de asaltos, muertes, peligros».

Resentido de salud 

Luego de 10 días en la caravana Silva y Palacios comenzaron a notar que su salud iba decayendo; sin embargo, continuaron con la transmisión. En algunos momentos era difícil obtener señal y lograr una conexión, según la versión de Silva.

Catrachos solidarios 

En el trayecto se sumó Ricardo Rodriguez, un hondureño que ahora reside en Guatemala y quien se ofreció a apoyar con la videocámara. Esto, en ayuda a Palacios que tenía dos días con fiebre alta.

Asimismo, el también hondureño Dani Izaguirre, acompañó a los comunicadores, haciendo mas ameno el trayecto, según dijo César.

Izaguirre también reside en el país vecino, Guatemala, y actualmente es jugador primera división en esa nación.

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