Redacción. En los últimos años, el sueño de miles de niños y niñas de Honduras ha cambiado de algún día titularse de alguna importante profesión, a lograr abandonar el país lo más pronto posible. Un reciente estudio de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), revela que un 44% de los alumnos de noveno grado anhelan emigrar para cumplir sus objetivos de vida.
La problemática venía mostrando signos alarmantes antes de la pandemia del Covid-19, con un porcentaje importante de deserción escolar. Sin embargo, con la llegada de la enfermedad, dichas cifras se dispararon aún más. Anudado a ello, varios factores del contexto que vive el país en los últimos años incentiva el deseo de los menores de irse a otro país, de manera legal o ilegal.
Mario Alas, director de investigador del Observatorio de Educación de la UPNFM, expuso la educación pública hondureña continúa resintiendo problemas heredados de años pasados, como ser la baja cobertura nacional.
“El problema se agudizó con la pandemia y todavía no se ha recuperado la matrícula prepandemia. Aunque se ha logrado estabilizar, siempre con la pérdida de unos pocos miles de estudiantes”, señaló.
Causas
De acuerdo con el experto, las causas de la deserción escolar no son meramente educativas, puesto que problemas sociales como la violencia, la pobreza y el escaso currículum que se oferta a los jóvenes una vez que culminan sus estudios, también incentiva a que se vayan del país.
“Los jóvenes no lo miran (estudiar) como que sea algo interesante que les va a servir para la vida”, lamentó el experto, enfatizando en que la migración es el factor principal para la deserción escolar.
Y es que un levantamiento de datos de la UPNFM del pasado 2023, señala que un 44 % de los estudiantes encuestados, de noveno grado, hablaban y pensaban en emigrar. Sin embargo, en algunos departamentos del territorio nacional el porcentaje era casi de un 70 %.
“Los niños miran la migración como su futuro en un alto porcentaje, esto significa que han dejado de creer que el país les va a ofrecer la oportunidad de desarrollarse y de lograr sus objetivos de vida”, lamentó.
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Desvalorización de la educación
El estudio denominado Contexto Educativo Hondureño, indica que en departamentos como Choluteca, zona sur del país, los estudiantes y padres de familia han desvalorizado la preparación académica en la zona.
Un ejemplo de ello, es que el 20% de los padres menores de 30 años consideran que estudiar una carrera universitaria no asegura un futuro para sus hijos. Asimismo, un 40 % dicen que en Honduras no vale la pena estudiar y menos ser un alumno destacado.
El rango de pensamiento de la población de padres menores de 30 años, en la zona sur, es distinta a los mayores de esa edad, quienes consideran el estudio como algo muy importante. No obstante, destacan problemas económicos e incluso de seguridad alimentaria para cumplir sus estudios.
Seguridad alimentaria y pobreza
Respecto a la seguridad alimentaria, un 15 % de los alumnos entrevistados en Choluteca, dijo que les ha tocado asistir a la escuela sin comer, mientras que otro 12 % indicó que han estado un día si nutrirse por falta de alimentos.
En cuanto a la pobreza que afecta a miles para concluir sus estudios, un 50.2 % de los consultados dijo que ese es el principal factor para dejar atrás el camino de los libros. Además, un 26.3 % aseguró que no siguen estudiando, porque lo que aprenden no les sirve.
Es relevante mencionar que la deserción no solo se da en la zona sur, puesto que la UPNFM señala que el panorama es similar en la mayor parte del país.
“Siento que no me sirve”
La situación termina desanimando a miles de jóvenes, de los cuales muchos lo intentaron, pero desistieron al tener muchos factores en contra. Tal es el caso de Eduardo Baquedano, un muchacho de 18 años que al terminar su sexto grado optó por dejar de estudiar para ponerse a trabajar.
“Siento que el estudio no me sirve, estuve matriculado en el colegio a distancia, pero gastaba mucho y mejor me salí para trabajar. Uno mira un montón de gente que saca la Universidad y al final nunca hallan trabajo, entonces para qué voy a estudiar”, relató a Diario Tiempo.
Actualmente, Eduardo trabaja como ayudante de bus y no descarta irse del país. Analiza ir hacia España, Estados Unidos, para lograr que su madre tenga una casa propia.
Urgen reformas educativas
Docentes señalan que se necesitan urgentes reformas educativas que elimine el desinterés por la educación. Haciendo más llamativo el sistema con más atención en la tecnología e informática.
“Se debe hacer una reforma educativa donde la variable tecnológica este presente. No solo la infraestructura en la que reconocemos que el gobierno ha invertido. Sin embargo, hay que ampliar la cobertura poniéndole el ingrediente tecnológico e informático”, explicó Alexis Vallecillo, presidente Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH).
Por su parte, Marlon Escoto, exministro de Educación, dijo que el sistema educativo nacional se quedó estancado una década atrás. Afirmó que se deben fortalecer varios factores para mejorar la preocupante situación.
Reestructuración
El exfuncionario considera que las autoridades deben actualizar la calidad educativa, modernizar los textos y apoyar a los docentes. Lo anterior, porque el problema escaló más allá de la Secretaría de Educación.
“Esto requiere un trabajo mancomunado, aunque hay trabajo en infraestructura, no hay textos desde 2017, los docentes siguen protestando por sus reformas. Internamente, hay que reestructurar el sistema educativo que actualmente está disperso”, lamentó Escoto.
Honduras tiene tres sistemas educativos: básica, técnica y superior. A criterio de Escoto, se debe crear un vínculo entre las tres para trabajar en beneficio de los jóvenes.
“En términos macro y como política de país, es urgente que el director de educación del Infop y de la Universidad reúnan por lo menos una vez a la semana para discutir que hacer con el sistema educativo”, señaló.
Los grandes índices de deserción escolar dejan cada vez más vacías las aulas de clase. Se estima que de no tomar medidas, para los próximos años la educación hondureña tendrá un menor sin estudiar por cada uno que sí estudia. Dejando al país con gente joven que no se está educando.
Expertos señalan que el panorama general es que, en la siguiente década, Honduras será un país ya no tan joven. Además, con pocas herramientas para emprender o buscar un trabajo.