TEGUCIGALPA, HONDURAS. El jefe de Meteorología del Centro Nacional de Estudios
Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), Francisco Argeñal, informó que es necesario que llueva ya que el las represas de la capital están a 40 días de quedar completamente vacías.
En ese sentido, el especialista resaltó que para que las represas vuelvan a almacenar la cantidad necesaria de agua para los pobladores de la capital, es necesario que las lluvias sean focalizadas y muy copiosas. Por lo cual, indicó que las áreas que deberían recibir lluvias son las cuencas.
Destacó que ya que las autoridades ignoran la necesidad de que se construyan más represas, el ciudadano capitalino ahora está obligado a esperar un milagro que venga de la naturaleza. Puesto que también la falta de cuidado al medio ambiente ha originado en fuertes sequías.
Sin embargo, Argeñal subrayó que aunque llueva, no sería suficiente para poner fin al martirio que conlleva la escasez del agua en la ciudad. Se espera que el fin de semana se presenten las primeras precipitaciones, al igual que en los próximos meses, principalmente septiembre y octubre.
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Solo un fenómeno sin precedentes podría llenar las represas
Cabe destacar que el embalse Los Laureles se encuentra al 34 % de su capacidad. Mientras que La Concepción apenas está almacenando un 22 % de su nivel máximo. Por lo cual, la directiva del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) manifestó que ambas represas tienen agua para solo para los primeros días de octubre.
El jefe del subsistema de Los Laureles, Roque Andrade, señaló que si se mejoran las condiciones y se presentan una buena cantidad de lluvias, los calendarios de abastecimientos de agua podrían revisarse y modificarse.
Es preciso mencionar que los embalses de La Concepción y Los Laureles suministran agua a varios sectores de la capital cada cinco días. Mientras que con la fuente de El Picacho se abastece a más de 70 colonias cada siete días.
Por otro lado, se ha señalado que la represa de La Concepción es la que se mantiene en las condiciones más críticas. Por lo cual se consideró que solo un fenómeno natural sin precedentes podría hacer que la represa alcance sus niveles normales de almacenamiento. De no ser así, los racionamientos serían más severos incluso empezando el próximo año, ya que no es fácil que las represas se llenen luego estar a punto de vaciarse por completo.
