Redacción. El debate sobre la responsabilidad de los padres en los incidentes relacionados con pólvora sigue vigente tras el cierre de las fiestas navideñas en Honduras, que estuvo marcado con treinta menores quemados debido a la manipulación de explosivos, informó el Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq).
El número de pacientes quemados, de acuerdo con la institución, generó una ocupación hospitalaria superior al 100 % en el inicio de 2025. Actualmente, hay 20 menores ingresados con quemaduras causadas por líquidos, flamas, contacto, electricidad y pólvora, siendo Cortés y Francisco Morazán los departamentos con más casos registrados.
En el Distrito Central, dos niños resultaron quemados por fuegos artificiales: un adolescente de 13 años en la colonia Venecia y otro menor en la colonia Buenos Aires. Frente a la problemática, la Policía Municipal del DC ha decidido tomar medidas más estrictas.
Medidas estrictas contra los responsables
Josué Esperanza, portavoz de la Policía Municipal del DC, anunció que se citará a los padres de los menores involucrados en estos incidentes, destacando que la responsabilidad recae en los adultos.
«Debemos contemplar la responsabilidad de los padres sobre lo que hacen sus niños. Siempre argumentan que no se dieron cuenta. Como adultos debemos estar pendientes de lo que están haciendo los menores», señaló a ICN.
El portavoz también recordó que la manipulación de pólvora no sólo está regulada por la ordenanza municipal, también se contempla como delito en el Código de la Niñez y Adolescencia y la Fiscalía de la Niñez. «Poner explosivos en manos de un menor es un delito. Vamos a proceder conforme a lo que establece la ley», añadió.
Esfuerzos insuficientes
La Policía Municipal logró incautar un cargamento de pólvora valorado en más de L300,000 en la aldea La Cuesta, salida al norte de la capital. Con esta operación, el total decomisado en la temporada de fin de año supera el millón de lempiras.
Entre los productos incautados se encuentran cohetes, volcanes, morteros y juegos pirotécnicos, que serán destruidos en los próximos días. «Aunque realizamos siete sanciones por la venta ilegal de pólvora y más de un millón de lempiras de decomiso, todavía hay personas que no acatan las normativas. Se dieron ingresos de niños quemados», lamentó Esperanza.
Esperanza reconoció que, aunque esperaban reducir los casos a cero, los resultados no fueron los deseados: «Queríamos tener esa incidencia en cero, pero no lo logramos. Sin embargo, vamos a seguir trabajando para hacer cumplir la ordenanza municipal».
