Redacción. Tras el anuncio de la liberación del exalcalde Alexander Ardón, condenado por delitos de narcotráfico en Estados Unidos, el municipio de El Paraíso, en Copán, se colmó de celebraciones, con muchos de sus habitantes festejando con gran entusiasmo la noticia.
La fiesta dio inicio con la detonación de fuegos artificiales que iluminaron los cielos de El Paraíso. Posteriormente, cientos de habitantes salieron a las calles con pancartas y pitoretas celebrando la liberación del exconvicto.
Asimismo, varias motocicletas y vehículos inundaron los puntos de acceso del municipio, donde los conductores y pasajeros mostraron su alegría y entusiasmo por la noticia.
Mediante redes sociales, pobladores compartieron videos de la fiesta que se vivió, en la Plaza Centra de El Paraíso, donde se veían hasta niños celebrando la liberación de su exalcalde.
Esta celebración, que sorprendió a muchos, reavivó las tensiones y pasiones locales. Por un lado, una parte de la población mostró su apoyo incondicional hacia Ardón, mientras que otros observaron los festejos con sorpresa y reserva.
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Sin embargo, lo que quedó claro es que la liberación de este personaje provocó una movilización inusitada en la comunidad, que vivió una jornada de festejos hasta bien entrada la noche.
Liberación de Alexander Ardón
Amílcar Alexander «Chande» Ardón, exalcalde de El Paraíso (Copán), culpable de tráfico de drogas, resultó puesto en libertad el pasado lunes, 13 de enero, por la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, por su colaboración con dichas autoridades.
«Chande» Ardón se convirtió en colaborador de la Fiscalía de Nueva York tras entregarse voluntariamente a la justicia en 2019.
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Las autoridades estadounidenses utilizaron la información que proporcionó en casos como el de Antonio «Tony» Hernández, exdiputado del Congreso Nacional. Asimismo, la información fue clave en el caso de Juan Orlando Hernández (2014-2022), expresidente de Honduras, quien también fue condenado por narcotráfico en Estados Unidos.
El juez Paul Engelmayer favoreció al condenado exedil con la carta 5K1.1, un beneficio que buscaba desde que inició a negociar con los agentes federales.
