FARÁNDULA. La renuncia sorpresiva de la modelo hondureña Cecilia García al título de Miss Grand Honduras ha generado revuelo en las redes sociales en las últimas horas.
A través de su cuenta de Instagram, García compartió un mensaje detallando los motivos que la llevaron a tomar esta decisión tan inesperada.
En su comunicado, Cecilia explicó que la determinación de renunciar no fue fácil y que le llevó tiempo reflexionar sobre ello. Sin embargo, finalmente decidió apartarse del título y, por ende, de la oportunidad de representar a Honduras en el certamen internacional de Miss Grand.
La razón detrás de esta medida, según García, está relacionada con la situación política que atraviesa Myanmar, país anfitrión del certamen Miss Grand International. Ante la crisis política y la guerra civil que azota al país asiático, Cecilia sintió la necesidad de tomar esta decisión como una forma de solidaridad y conciencia.
«Quiero expresar mi más profundo y sincero agradecimiento a todos y cada uno de ustedes, tanto en Honduras como en todo el mundo, que me han apoyado desde el primer día de mi trayectoria en este certamen«, expresó Cecilia.
Las reacciones de internautas no se hicieron esperar, con algunos usuarios criticando la acción de la modelo y otros expresando su preocupación por la falta de representación de Honduras en el certamen.
Situación en Myanmar
En Myanmar, también conocido como Birmania, se ha estado produciendo una crisis política y violencia desde el golpe de Estado militar en 2021. Tras el golpe, se disolvió el gobierno civil y se instauró un régimen militar, liderado por el general Min Aung Hlaing. Esto desató protestas masivas, exigiendo el retorno al gobierno civil y la liberación de los líderes civiles detenidos, incluida Aung San Suu Kyi, la derrocada.
Las fuerzas de seguridad birmanas han respondido a estas protestas con violencia, lo que ha llevado a un aumento significativo de las muertes y detenciones. Además, ha habido informes de violaciones de los derechos humanos, incluidas ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas.
La situación en Myanmar ha llevado a una crisis humanitaria, con millones de personas afectadas por la inseguridad alimentaria, la falta de acceso a la atención médica y la violencia continua. Además, la economía del país ha sufrido un duro golpe debido a la inestabilidad política y la pandemia de COVID-19.