Redacción. Los investigadores de Minneapolis recopilaron una enorme cantidad de evidencia relacionada con el tiroteo masivo ocurrido el miércoles en una escuela y una iglesia católica.
Entre las pruebas figuran el arsenal del atacante y un posible artefacto explosivo, que podría haber sido una bomba de humo, según revelan las órdenes de registro.
El tirador transgénero Robin Westman mató a dos niños e hirió a 18 feligreses. Estaba fuertemente armado con una pistola semiautomática Taurus, una escopeta de corredera Mossberg y un rifle semiautomático Magpul, de acuerdo con los documentos de allanamiento citados por NBC News.
La policía recuperó 158 artículos personales, incluidas armas de fuego y discos duros, en varios lugares vinculados con el atacante.
El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, confirmó que Westman adquirió las armas recientemente y por medios legales. También señaló que no existían antecedentes documentados de enfermedad mental.
En la escena del crimen, los agentes recogieron más de 116 casquillos. Según el informe, Westman disparó de manera indiscriminada contra los fieles, en su mayoría estudiantes de secundaria.
Además, la policía incautó una tabla de madera con un recipiente de gas y un pasador de metal, posiblemente destinado a ser usado como bomba de humo.
También recuperaron un cuchillo, guantes verdes sin dedos, guantes de mecánico negros, auriculares y una sudadera gris con cremallera.
Atentado
Westman llegó a la iglesia en una camioneta comercial registrada a nombre de su padre, James Westman. Los agentes hallaron un estuche de rifle en el vehículo, que se encontraba estacionado detrás de la iglesia con la puerta trasera entreabierta, según informó NBC.
En la casa del padre, ubicada en la cercana localidad de Richfield, la policía incautó un chaleco táctico, dos dispositivos de almacenamiento externos, un iPhone, un USB y más de 150 piezas de evidencia.
James Westman declaró que su hijo, quien en 2020 cambió su nombre a Robin como parte de su transición de género, había terminado recientemente una relación con una pareja con la que vivía en St. Louis Park, reportó Fox9.
Por su parte, Mary Grace Westman, madre del atacante, contrató a un abogado defensor penal. Luego de un día y medio sin colaborar con las autoridades, finalmente accedió a hablar con la policía local.
El asesino culpó a su madre por la masacre. Ella fue quien firmó los documentos legales de su cambio de nombre en 2020.
Confesión
Horas antes del ataque, Westman publicó en YouTube un perturbador manifiesto en video. En él, afirmó que su madre le había advertido que no hiciera la transición, lo que, según dijo, lo llevó a querer matar a niños inocentes.
“Tus palabras, madre, me hicieron permanecer en mi incomodidad, incapaz de pedir ayuda para no admitir la derrota. Tenías razón, mamá, pero la forma en que lo manejaste me llevó a querer matar a tanta gente”, escribió en cirílico en el manifiesto.
También culpó a la marihuana por su deseo homicida:
“El género y la marihuana me jodieron la cabeza”, afirmó. “Ojalá nunca hubiera experimentado con ninguno de los dos. No dejen que sus hijos fumen marihuana ni cambien de género hasta que tengan unos diecisiete años”.
Westman asesinó a Fletcher Merkel, de 8 años, y a Harper Moyski, de 10, quienes se encontraban rezando en los bancos de la Iglesia de la Anunciación poco antes de las 8:30 a.m., cuando una lluvia de balas atravesó los vitrales.
Varias víctimas más, entre ellas Sophie Forchas, de 12 años, y Endre Gunter, de 13, permanecen hospitalizadas en estado crítico.
