Redacción. La joven hondureña Angie Peña desapareció mientras disfrutaba de un paseo en jet ski en la isla de Roatán, en el Caribe de Honduras. Hoy, tres años después, su paradero sigue siendo un misterio, y la incertidumbre sobre lo que realmente sucedió sigue golpeando a su familia y a la sociedad hondureña.
Angie había llegado a la isla para celebrar el Año Nuevo junto a su familia y decidió dar un paseo en moto acuática.
No obstante, nunca regresó. Pese a los esfuerzos iniciales de búsqueda, las respuestas han sido escasas y, hasta el momento, no se ha encontrado rastro de la joven.
Hipótesis
En los últimos años, las autoridades hondureñas han cambiado el enfoque de la investigación. El caso dejó de ser considerado un accidente y pasó a ser tratado como un secuestro vinculado a redes de trata de personas.
En abril de 2024, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, sorprendió al país al declarar públicamente que Angie Peña podría estar viva y que las autoridades “ya saben quién la tiene”.
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Una organización delictiva
Las investigaciones han señalado a un grupo conocido como “Delta Teams”, una red criminal que presuntamente opera en Roatán y en otras zonas turísticas de Honduras.
A lo largo de tres años, varias personas, tanto hondureñas como estadounidenses, han sido detenidas por su presunta vinculación con esta red. Sin embargo, ninguna de estas detenciones ha llevado a esclarecer el paradero de Angie Peña.
Pese a los años de incertidumbre, la familia de Angie Peña sigue manteniendo la esperanza de encontrarla con vida.
A través de redes sociales y manifestaciones públicas, los Peña han mantenido viva la lucha por esclarecer qué sucedió aquel 1 de enero de 2022.
La madre de Angie, Esperanza Peña, ha declarado en varias ocasiones que su fe y amor por su hija son lo que la mantienen firme en su búsqueda.