AFP. Dormir en el piso, esposados, junto a presos comunes, sin acceso a familiares ni abogados. Así fue la experiencia de Pedro, de 17 años, y otros adolescentes detenidos y acusados de «terrorismo» en Venezuela, vinculadas a protestas contra la reelección de Nicolás Maduro.
Pedro -su nombre es ficticio, ya que pidió el anonimato por razones de seguridad- es uno de los 114 adolescentes que fueron presos en medio de la crisis poselectoral, que suma más de 2,400 detenidos en total. Pasó un mes en prisión hasta que lo liberaron, al igual que otros 85 menores de edad.
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«No teníamos derecho a nada», cuenta a la AFP el joven, que estudia en la secundaria. «El primer día estuve con todos los mayores (adultos) que agarraron por el mismo caso, y ya al segundo día nos llevaron a otro comando y nos tiraron un día ahí en el piso para dormir esposados».
Resultados que desataron protestas
Maduro fue proclamado presidente reelecto para un tercer período (2025-2031) sin que la autoridad electoral publicara el detalle del escrutinio como obliga la ley. La oposición liderada por María Corina Machado denunció fraude y asegura tener las pruebas que demuestran la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia con más del 60% de los votos.
El anuncio del resultado desató protestas en el país, que se saldaron con 27 muertos y 192 heridos. También personas que recibieron represión por las fuerzas del orden, que iniciaron operativos para capturar a «terroristas». En las manifestaciones murió un joven de 15 años, Isaías Fuenmayor, según denuncias de Human Rights Watch.
El gobierno habilitó canales para delatar a posibles responsables de la «violencia«.
Oenegés de derechos humanos sostienen que muchos de los detenidos no estaban manifestando, Pedro entre ellos.