Tegucigalpa.- El desempleo en el país sigue siendo uno de los mayores problemas de la pobreza en Honduras, ya que la mayor parte de la población económicamente activa, o no cuenta con un trabajo, o cuenta con uno que no cubre las necesidades básicas.
El empleo en Honduras está divido en Empleados, subempleados y los desocupados.
Los empleados son los que poseen un trabajo formal; los subempleados son las personas que tienen un trabajo pero que no ganan un salario conforme o legal; y los desocupados son las personas que no poseen ninguno de los anteriores.
En ese sentido, en Honduras, la mayor parte de la población económicamente activa se encuentra en la condición de sub-empleo.
Según datos estadísticos, en Honduras hay unas 300 mil personas, que no poseen un empleo.
Este número de personas, representa el 7.5 por ciento de los 4 millones de hondureños que se encuentran en estado de personas económicamente activas.
Por su parte, el subempleo se puede dividir en visible e invisible.
El primero son las personas que trabajan menos de las ocho horas laborables y por ende, reciben menos del salario mínimo establecido
Por ejemplo, las personas que son contratadas por hora, son trabajadores que poseen un subempleo.
Este grupo de personas ascienden a unas 440 mil personas, esto representa un 11 por ciento.
Y el subempleo invisible que anda alrededor de un millón 800 mil personas, son los trabajadores que trabajan las ocho horas y si es posible más, pero ganan menos del salario mínimo establecido.
Este grupo de trabajadores representa un 45 por ciento de la población económicamente activa.
En pocas palabras, la problemática del desempleo y subempleo en Honduras, anda alrededor del 63 por ciento entre las personas económicamente activas.
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Condiciones precarias en Honduras
Por su parte, representantes del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), explican que en Honduras, las condiciones para adquirir un empleo son literalmente difíciles.
“Los países deberían de andar alrededor del 80 por ciento, que tengan un empleo y una economía sólida”, manifestó el economista Ismael Zepeda del Fosdeh.
Asimismo, dio a conocer que las edades más precarias para conseguir empleo en Honduras, son alrededor de los 20 a 35 años.
Una vez llegando a los 35 años, las posibilidades de encontrar un empleo son muy difíciles en Honduras.
“Gran parte de las personas que se encuentran en las empresas privadas son sub empleadas”, expresó Zepeda.
Políticas publicas ineficientes
De igual forma, el experto en economía, dio a conocer que las políticas públicas orientadas a la generación de empleo, son prácticamente ineficientes.
“El mismo gobierno hace que se intensifique este “circulo vicioso”.
Con trabajos como Chamba por Hora, empleo por Hora, Chambas comunitarias”, entre otras.
Este tipo de empleos lo que hace es tener personas activistas para generar votos nada más.
De igual forma, otro de los principales problemas relacionado a las políticas públicas, es la falta de oportunidades a personas mayores de los 35 años.
“Las políticas públicas lo que hacen es intensificar la problemática”, aseguró Zepeda.
Y no planean políticas que ayuden a desempleados mayores a esta edad.
