REDACCIÓN. Viral se ha vuelto la carta que le dedicó el estimado por muchos, Rely Maradiaga, periodista de Corporación Televicentro.
Luce impecable en la oficina, pantalón fino, camisa elegante y un bonito saco, nadie diría que Rely pasó por mucho tiempo viviendo en medio de un gran sacrificio.
Ahora lleva una doble vida, durante el día lo miras como un tipo bien vestido y en su tiempo libre como un buen hijo y hermano.
Rely Josimar Maradiaga, es alguien que ha venido a ser ejemplo de muchos jóvenes en nuestro país, su humildad, su buen corazón y deseo de salir adelante siguen intactos desde el día que dijo sus primeras palabras.
Su existencia ha estado llena de contrastes y su historia refleja el lado bueno de la recompensa en medio de un mundo despiadado, donde es difícil sobrevivir si ganas poco o nada.
A penas un corto tiempo ha pasado desde que falleció de un paro cardíaco el padre del joven periodista de deportes en nuestro país.
Pero aún recuerda y con mucha tristeza el día en que su padre expiró en el occidente de Honduras.
Así dice el escrito de forma íntegra:
«12 de Octubre del 2015, 9:10 de la mañana, una llamada, y el momento cuando la vida se parte en dos…”Niño, a su papá le dio un infarto, parece que falleció”.
Así, de la nada, sin anestesia, pero ¿existe alguna forma de decir algo semejante sin que duela?
Un año hoy de eso…solo quedan los recuerdos, y las reflexiones…
Aprendí que el amor de Dios es infinito, que en el dolor es cuando se presencia se hace mas evidente.
Cuando una mano más grande te sostiene y te vuelve a poner de pie, no por tus fuerzas, sino por su gracia…
Aprendí que hay preguntas que no tienen respuesta, al menos no de momento…¿Por qué a los 54 años?
¿Por qué no alcanzo a chinear un hijo mío? ¿Nos habrá ocultado algún síntoma, fiel a su costumbre de no preocupar a nadie? ¿Por qué se va la gente buena?
Aprendí que ni el pasado se puede cambiar ni el futuro se puede asegurar.
Él hoy es lo que vale…compartir, hablar, perdonar, dar, recibir y querer …HOY…porque mañana puede ser muy tarde…
Aprendí el valor de un abrazo, y es que se pueden dar miles como los que yo le pude dar a mi viejo en el tiempo que nos tocó compartir.
Pero siempre quedan ganas de uno mas…
Aprendí el valor de las canciones, de las que te gustan y de las que no, increíble que la ultima platica que tuve con padre fue sobre eso.
Sobre las canciones que no nos gustaban, quizá las tardes y noches eternas escuchando las que si, fueron suficientes…o quizá no…
Aprendí el valor de un buen consejo, y más aun del consejero, aprendí que las mejores cosas de la vida.
Padre de Rely Maradiaga
No tienen que ver con el dinero, o díganme… ¿con cuanto puedo comprar el volver a escuchar su voz regañándome por algo?
Aprendí que lo único eterno es el amor, ese amor que está por encima de la muerte, ese amor que te guardo papá.
Ese amor que tu me diste como herencia, y que pronto Dios mediante tendré a quien entregárselo…
Lee la entrevista exclusiva: “Duele recordar cuando se detuvo el corazón de mi viejo”: Rely Maradiaga
Transitando este camino, que montado en un patrol abriste para mi, un camino donde tu recuerdo me acompaña a cada instante.
Donde cada vez que tengo una duda, solo tengo que pensar …¿Qué haría mi viejo en este caso?
He aprendido muchas cosas en un año, la único que todavía no aprendo, es la lección que te faltó darme Papá, la de cómo vivir sin vos….»
