HONDURAS. Dejar de regalar «sacos solidarios» y mejor entregar o depositar dinero a los ciudadanos del país que están siendo afectados por la crisis del Covid-19 es una mejor estrategia, así lo aseguró el empresario Carlos Urbizo.
«El Gobierno tiene que ver cómo le hace llegar dinero a los trabajadores, tanto a los que son asalariados como a los que trabajan por cuenta propia. En total, aproximadamente, son cuatro millones de personas: 1,900,000 del sector privado y 2,100,000 por cuenta propia», dijo Urbizo a TIEMPO Digital.
Entregar dinero a los ciudadanos ayudaría, además, a que las pulperías y mercados continúen teniendo clientes, y los ciudadanos también podrían adquirir medicamentos u otros insumos que no se incluyen en el programa «Honduras Solidaria».
«Yo considero que unos L600 u L700 semanales son suficientes para que las familias puedan comprar comida en las ‘truchas’ y en los supermercados de sus vecindarios como lo han hecho siempre», agregó Urbizo.
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Dar comida es algo «descabellado»
Por otro lado, el también economista calificó como algo «descabellado» la iniciativa del Gobierno de entregar comida en los barrios y colonias del país. A su criterio, el proceso de entregar dinero sería mucho más ágil.
«Que el Gobierno se ponga a repartir comida es lo más descabellado que hay. La logística de eso es complicado y además las ‘truchas’ van a dejar de vender. El Gobierno tiene que ver cómo les hace llegar dinero y eso es lo que van a decir en cualquier parte del mundo«, sostuvo.
Pero, ¿Cómo se llevaría a cabo este proceso?
Según Carlos Urbizo, llevar a cabo este proceso con las personas que trabajan en empresas privadas sería fácil, pues el Gobierno podría apoyarse en los patronos, no obstante, para hacerlo con los trabajadores informales se necesitará un poco más de esfuerzo.
«Con la gente del sector privado debería ser fácil porque tiene patronos, y el Gobierno puede trabajar a través de los patronos para hacer llegar ese dinero. En cambio, las personas que trabajan por cuenta propia no tienen un censo fiable, pero, entonces, este grupo de alto nivel ( ← lea la nota anterior), con los colaboradores que tenga, tiene que crear una forma de cómo llegarle a esos 2,900,000 hondureños», concluyó.
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