AFP. Carlo Acutis, un adolescente italiano fallecido en 2006 a los 15 años y apodado el «ciberapóstol», fue canonizado este domingo por el papa León XIV en el Vaticano, convirtiéndose en el primer milenial declarado santo.
Miles de personas se congregaron en la plaza de San Pedro para celebrar la canonización del primer santo de la generación, conocido como el «influencer de Dios».
Durante la misa solemne, que comenzó a las 10:00 (08:00 GMT), el papa León XIV declaró oficialmente santo a Acutis, quien dedicó gran parte de su vida a difundir la fe católica en internet.

En la ceremonia, el pontífice también canonizó a otro italiano fallecido joven, el estudiante Pier Giorgio Frassati (1901-1925), apasionado del alpinismo y reconocido por su compromiso social y espiritual.
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-Una invitación-
Según el papa peruano-estadounidense, el ejemplo de ambos es «una invitación dirigida a todos nosotros, especialmente a los jóvenes, a no desperdiciar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y convertirla en una obra maestra».
Bajo un sol radiante y un amplio dispositivo de seguridad, cerca de 80.000 personas, según el Vaticano, muchas de ellas jóvenes, se reunieron en la plaza llevando banderas de su país o imágenes con la efigie de Acutis.
«¡Me alegra ver a tantos jóvenes!», dijo el papa León XIV, pocos minutos antes del inicio de la ceremonia.

La canonización de Acutis, fallecido de leucemia en 2006, estaba programada para el 27 de abril, pero se aplazó por la muerte del papa Francisco.
Acutis destacó por su talento en informática y creó una exposición digital sobre los milagros eucarísticos.
«Carlo Acutis fue un ejemplo para mí, porque supo combinar su vida cotidiana —la escuela, el fútbol y su pasión por la informática— con una fe inquebrantable», dijo a la AFP Filippo Bellaviti, de 17 años, originario de Vignate, cerca de Milán.
-Su llamado religioso-
Nacido en Londres en 1991 en el seno de una familia italiana acomodada y poco practicante, Acutis creció en Milán y mostró desde muy temprana edad un profundo fervor religioso.
A Carlo lo beatificaron en 2020, y el Vaticano le atribuye dos milagros que lo calificaron para la canonización: la curación de un niño brasileño con una rara malformación del páncreas y la de una estudiante costarricense gravemente herida en un accidente.
En Asís, donde la tumba de Acutis atrae cada año a cientos de miles de peregrinos y curiosos, la diócesis instaló pantallas gigantes para seguir la ceremonia.
«Yo sé que muchos vendrán, muchos lo verán por televisión (…). Y estoy segura que Carlo les agradece», declaró su madre, Antonia Salzano, en un video publicado el sábado por la diócesis de Asís.

Con cerca de un millón de visitantes en 2024, la diócesis registra un aumento continuo de la asistencia al Santuario del Despojo, donde el cuerpo del adolescente de rostro rollizo y cabello negro azabache reposa en jeans, zapatillas Nike y prendas de jogging.
– «Proceso» muy rápido –
La canonización, que sigue a la beatificación, es el resultado de un proceso largo y meticuloso que solo puede aprobar el papa.
Requiere tres condiciones: haber fallecido hace al menos cinco años, llevar una existencia cristiana ejemplar y haber realizado al menos dos milagros, uno de ellos posterior a la beatificación.
Esta decisión es objeto de un proceso de investigación instruido en el Vaticano por el Dicasterio de las Causas de los Santos, en el que especialistas como médicos y teólogos evalúan si hubo milagros, generalmente curaciones sin explicación científica.
El proceso de canonización del joven Carlo Acutis fue muy rápido, algo poco habitual. En cambio, Pier Giorgio Frassati, canonizado también este domingo, murió hace ya 100 años.

Frassati nació en Turín en el seno de una familia burguesa y rompió con la trayectoria de su padre, senador y fundador del diario La Stampa, para ponerse al servicio de los pobres y enfermos de su ciudad.
-Modelo-
Fallecido a los 24 años a causa de la poliomielitis, la Iglesia católica lo eligió como modelo de caridad.
Más de 30 años después de su beatificación por Juan Pablo II en 1990, el Vaticano reconoció un segundo milagro a finales de 2024: la inexplicable curación de un joven estadounidense en coma.
La ceremonia de canonización, la primera del papa León XIV desde su elección en mayo, tuvo lugar en pleno Jubileo, el «Año Santo» de la Iglesia católica, al que ya han acudido más de 24 millones de personas, según el Vaticano.