TEGUCIGALPA. Según un reciente estudio de Cáritas Honduras, el 59.3% de la ciudadanía es incrédula ante el diálogo y arguyen que los líderes políticos no tienen interés en solucionar la crisis que enfrenta el país tras las elecciones generales de 2017.
Cabe señalar que con más de 15 reuniones de prediálogo, ayer nuevamente algunos sectores declinaron su participación. “Ya no es tiempo de seguir fingiendo que dialogamos”, señala el comunicado.
A su vez, establecen que se debe constituir una verdadera plataforma que brinde resultados concretos. “Que posibilite la devolución de la seguridad jurídica, social, económica y política a la población mediante un diálogo serio y bien intencionado”, explica.
Asimismo, Cáritas señala que el 67,1% de la población entrevistada opina que se debe convocar al diálogo nacional. Mientras que el 23,9% afirma que, para solventar la crisis política del país, se deben adelantar las elecciones.
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Clase política “se considera dueña del poder”
“La clase política no ve la necesidad de dialogar porque se considera dueña del poder conseguido por el número de votantes y adherentes a su partido”, se lee en el comunicado.
Del mismo modo, señala que «la clase política no se siente amenazada en su dominio de la sociedad porque controla la generación, aplicación de leyes, instituciones y tiene el dominio de la fuerza”.
Además, critica que la dirigencia política se estancó queriendo mantener el equilibrio del sistema con una política de pactos. Explica que dicho sistema es en base a un interés de “yo te doy, tú me das”.
Argumenta que la diferencia entre pactos y diálogo político nacional, consiste en que el primero busca el interés individual y el segundo el interés común.
“La población está cansada de todo tipo de confrontación”
Cáritas afirma que la población ya está cansada y no quiere un futuro saturado por la violencia y la pobreza. Al igual que de la migración, la falta de oportunidades y la continua anulación del derecho a la vida.
También asegura que la clase política no pretende unir a la sociedad hondureña; al contrario, la ha polarizado durante décadas “con la intención de mantener una sociedad dividida, familias enfrentadas, pueblos fracturados por colores políticos”.
En contraste señalan que la mentalidad política hondureña está cambiando a raíz de considerar la corrupción. Además de la persistencia de la impunidad como indicadores de la veracidad de un sistema político.
