TEGUCIGALPA, HONDURAS. El cardenal Oscar Andrés Rodríguez, pidió esta mañana a todos los hondureños en la homilía realizada en conmemoración al Domingo de Ramos, volverse a Dios, rechazar el mal y el pecado.
El mensaje enviado por Rodríguez Maradiaga fue dado desde la catedral metropolitana de San Miguel Arcángel de esta capital. Cabe indicar que dicha sede religiosa permaneció abarrotada por cientos de feligreses.
Centenares de capitalinos participaron en una masiva procesión donde los parroquianos cargaron las tradicionales palmas que al final fueron bendecidas.
“Hoy aquí estamos recordando al Señor Jesús. Él está presente entre nosotros y quiere entrar solemnemente en nuestros corazones. Él es el príncipe de la paz. La procesión nos habla de nuestro caminar por la vida y nos invita a avanzar. Nuestra vida pasa, nosotros también, hombres y mujeres, peregrinos, viajeros que no tenemos aquí nuestra patria definitiva”, dijo Rodríguez.
Sentido de la Semana Santa
En ese sentido, el religioso aseguró que en ese caminar, precede y guía la cruz del Señor Jesús.
“Eso le da sentido a la celebración de la Semana Santa porque en ella está la salvación y por eso se comienza con un carácter festivo. Los ornamentos, el ornato, las palmas con las cuales se acompaña a Jesús. Todo es festivo porque esta fiesta de hoy es un preludio del grande y señorío triunfal de Cristo en su Pascua”, santificó.
De igual forma, el máximo jerarca de la iglesia católica, remarcó que este domingo se ve claramente cuál es el reinado de ese Cristo que entra a Jerusalén.
“Esa es una manifestación de su poder sobre el mal, el pecado y la muerte. Según San Marcos y el profeta Isaías ha presentado el misterio del siervo de Yahvé que humillado sabe obedecer”, dijo.
Además, afirmó: “Hoy contemplamos particularmente al Señor que sufre en el huerto de Los Olivos una agonía que implica una sacudida psíquica. Se da a conocer una vez más en su última palabra sobre la cruz, su desamparo, su aparente lejanía de Dios».
Por tanto amó Dios al mundo
Del mismo modo, manifestó que el evangelio ayuda a recordar que no es simplemente traer a la memoria algunas cosas, es traer al corazón.
También recalcó que “tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único hijo”.
“Dios llama a la conversión a volverse a Él y a rechazar el mal y el pecado. Los discípulos tienen que velar, no en el sentido de acechar, anunciar cualquier cosa sospechosa o rechazar al enemigo. Velar quiere decir orar y vigilar. Eso porque el enemigo en todo momento busca a quién devorar”, reiteró el titular de la arquidiócesis de Tegucigalpa.
Asimismo, afirmó “hoy se caminó al lado de Jesús y cada año de nuestra vida es un camino continuamente hacia la Jerusalén del cielo”.
“Siguiendo a Jesús se puede superar cualquier padecimiento. Sin embargo hay momentos en la vida en que llega el cansancio ante la lucha por el bien. Entonces es allí donde hay que darse cuenta de que no podemos abandonar el camino del Señor”, enfatizó.
En ese sentido, apuntó “Algunos dicen ya no puedo más». Que no nos sorprenda el dolor ni las dificultades de la vida. “Esos son caminos de salvación, que no nos desanime la vejez, la enfermedad, las desgracias naturales, las guerras. Tenemos que caminar por encima del mal y del pecado. Por sobre eso está el amor de Dios, en Cristo Jesús”, reafirmó el líder religioso.
Para finalizar el creyente pidió que nadie se quede sin sentir ese abrazo del Señor que murió por la humanidad.
“En nuestras horas oscuras cuando se sienta el cansancio, la agonía y la angustia, vean a Jesús en Getsemaní. Díganle con sincero corazón: ‘Señor no te dejo solo en la lucha por la salvación de las almas y sintamos la fuerza de Jesús’”, concluyó.
