TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una pareja estará un total de 11 años con tres meses tras las rejas, luego de que se les declaró culpables por el asesinato de una mujer, hecho que se registró en la colonia Nueva Suyapa de Tegucigalpa, ciudad capital de Honduras.
Un juez aplicó la sentencia contra José Atanacio Velásquez Ramírez y Flora Orbelinda Ramírez Hernández, quienes en una audiencia confesaron ser los responsables, de quitarle la vida a Merlyn Gabriela Varela García.
Después de las pesquisas correspondientes, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) ya emitió un informe sobre cómo fue el desarrollo del crimen, que se fraguó el 25 de mayo del año en curso.
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Relato del suceso
Según la versión policial, la víctima estaba en compañía de sus dos hijos, ambos menores de edad. Ellos, en un pequeño desliz, derramaron el contenido de un bote de leche, justo enfrente del cuarto que habitaban los imputados.
Por lo anterior, la pareja se dirigió a la madre, a quien le reclamaron airadamente por el líquido que escurría en su aposento. A Merlyn Gabriela no le pareció el cuestionamiento que se le hizo, por lo que se suscitó una acalorada discusión.
Tiempo después, la polémica prosiguió. Llegó al punto de que Flora Orbelinda agredió físicamente a la víctima, que se defendió; de tal manera, comenzó un fuerte forcejeo.
José Atanacio, al ver la bronca, decidió «apoyar» a su compañera de hogar y le entregó un arma blanca, tipo cuchillo. Flora, entonces, tomó el utensilio y lo incrustó en la pierna derecha de Merlyn.
Aquel hecho bastó para la súbita caída de Merlyn al suelo. Una vez que Flora se cercioró que su «contrincante» no podía defenderse más, le removió el cuchillo y se lo entregó a su cónyuge, y entonces ambos huyeron de la escena.
La pelea contó con testigos presenciales que, en cuanto pudieron, trasladaron a la afectada al Hospital Escuela, donde expiró. Igualmente, procedieron a reportar el hecho a la Policía Nacional, que emprendió una búsqueda en la zona.
En cuestión de unos minutos, un grupo de agentes reportó el avistamiento de los dos sospechosos, por lo que procedió al arresto. Incluso, se les decomisó el cuchillo que sirvió como arma asesina, y que aún goteaba sangre.
Horas más tarde, se les trasladó la fiscalía, para seguir el proceso en su contra, que ahora culminó con más de 10 años para cada uno, y «todo por una leche derramada».
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