TEGUCIGALPA, HONDURAS. Julián Hernández, funcionario de la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos (DNSPF), confirmó este domingo que la “Caravana madre”, en la participarían más de 20,000 personas, no tuvo mayor convocatoria durante el fin semana.
De acuerdo al comisionado de Policía, los cuerpos de inteligencia hondureños aseguraron que la convocatoria a una nueva movilización masiva no tendría respuesta por parte de la población.
Según Hernández, la Gran Central Metropolitana de San Pedro Sula reportó un flujo normal de pasajeros. Solamente 143 personas con destino hacia Agua Caliente, frontera con Guatemala.
Cabe señalar que el anuncio de la “Caravana madre” tomó fuerza en los medios de comunicación. Esto, luego que funcionarios mexicanos afirmaran que desde Honduras se organizaba una movilización de más de 20,000 personas.
Sin embargo, las autoridades hondureñas rechazaron esa información, y manifestaron su malestar a través de una carta enviada por la canciller María Dolores Agüero a su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard.
En dicha carta, la Canciller Agüero consideró que, además de carecer de sustento, dichas declaraciones se convertían en detonante para la migración irregular.
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Descartan cualquier tipo de movilización en forma de caravana
En ese sentido, las autoridades de Seguridad descartaron cualquier tipo de movilización en forma de caravana. Asimismo, reafirmaron que esa convocatoria sería fallida, al igual que las hechas el 17 de febrero. Y el 17 de marzo pasado.
De ese modo, el jefe policial sostuvo que los hondureños están conscientes que las movilizaciones masivas no son un medio para poder cruzar la frontera estadounidense.
“Eso quedó evidenciado en la caravana de octubre pasado. Los únicos resultados fueron 11 muertos, los secuestros de personas. Y miles de centroamericanos enfrentados a situaciones extremas y exponiendo su integridad física”, señaló.
Cabe indicar que la primera caravana aglutinó a ocho mil migrantes de los cuales la mayoría retornó ya al país. A la fecha, Honduras contabiliza unos dos mil migrantes varados en la frontera sur de Estados Unidos; están esperando iniciar su proceso de asilo.
